Las mujeres ocupan hoy apenas una quinta parte de los escaños en los parlamentos del mundo, porcentaje “preocupantemente bajo” en un año en el que perdieron espacio en países como España y en el que, pese a los avances de la primavera árabe, su participación política en la región sigue siendo marginal.

Así se recoge en el Mapa Mundial de la Mujer en la Política 2012, presentado el viernes en en la ONU por el presidente de la Unión Interparlamentaria (UIP), Abdelwahad Radi, y la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, que detalla que las féminas ocupan 19,5% de los escaños, frente al 19% de 2010.

 

 

“Ha habido avances, pero muy lentos. Tenemos que acelerarlos”, dijo Bachelet, quien mostró su esperanza de que en 2014 se pueda mostrar un “cambio real” en las cifras y celebrar más mujeres en los parlamentos, “pero también más presidentas y primeras ministras”.

 

Aun cuando el número de jefas de Estado o presidentas de Gobierno se ha duplicado, el porcentaje de ministras ha aumentado de forma “modesta” de un 14,2% en 2005 a un 16,7% ahora.

Así, tras destacar que la democracia se fortalece a través de la participación “total e igualitaria” de las mujeres, la ex presidenta chilena pidió “un compromiso más enérgico” a los líderes mundiales “para aumentar la participación de las mujeres en la política”.

 

La realidad es que todavía está muy lejos de cumplirse la meta fijada por la ONU en la cuarta conferencia internacional sobre la mujer celebrada hace casi dos décadas en Pekín, cuando se propuso alcanzar hacia el año 2000, una presencia femenina del 30% en los parlamentos del mundo.
Bachelet alentó a los Estados miembros de la ONU a usar cuotas “para expandir la participación de las mujeres en los parlamentos”, ya que destacó que en los países que las aplican la presencia femenina ha aumentado un 27%, frente al 16% en los sistemas que no cuentan con ese mecanismo.

 

 

Bachelet y Radi coincidieron en destacar el papel protagonista que tuvieron el año pasado las mujeres en las revueltas de la “primavera árabe”, ya fuera liderando protestas o encabezando campañas en las redes sociales para cambiar el estatus quo, aunque un año después su participación política sigue siendo marginal.

 

“La ‘primavera árabe’ tiene todavía que llegar para las mujeres en la política”, subrayó el presidente de la UIP, Abdelwahad Radi, quien indicó que la región cuenta ya “con las oportunidades para garantizar que se vota a más mujeres” y destacó que “ahora hay que aprovecharlas”.

Por su parte, Bachelet aseguró que “la democracia es también el derecho a elegir y ser elegido sin tener en cuenta el género del candidato”, algo que cuesta entender en algunos países como Egipto, “donde en la revolución les decían a las mujeres que era el momento de la democracia, no del movimiento feminista”.

 

 

Las estadísticas no dejan espacio para las dudas: el mundo árabe, con apenas 10,7% de mujeres en sus parlamentos, sigue siendo la región del mundo donde menos presencia tienen, y la única donde ni un solo cuerpo legislativo alcanza 30% congresistas.
Sin embargo, el estudio reconoce que ha habido progresos gracias a la introducción de cuotas, como en Marruecos, donde tras las elecciones de 2011 hay ahora 16,7% de parlamentarias, un incremento de seis puntos porcentuales.

 

En el caso de Europa, Bachelet dijo que los números “no son tan buenos como quisiéramos” en una región donde la crisis no sólo ha golpeado a las economías sino que también ha tenido un “impacto dramático” en la participación de las mujeres en política. La UIP destacó que a final de año las mujeres configuraban el 22,6% del arco parlamentario en la región, donde su presencia en las cámaras altas es mayor, con una media del 23,4%, gracias a que 12 de los 18 países de la zona tienen sistemas de cuotas. EFE