Decenas de sicarios provenientes de Michoacán, que desertaron del cártel de La Familia, reforzaron en los últimos años al grupo criminal conocido como Guerreros Unidos, que vio fortalecida su capacidad operativa y se convirtió en una de las bandas delictivas regionales más poderosa en los últimos años.
Así lo señalaron fuentes con pleno conocimiento de la Procuraduría General de la República (PGR), dependencia que identifica a este grupo como una amalgama de integrantes de varias bandas delictivas, y no exclusivamente como una célula que antes trabajara para los Beltrán Leyva.
Desde marzo de 2013, el informe oficial SJAJ/DGAJ/5211/2013 de la PGR, revelado a través de una solicitud de transparencia, identificó 47 bandas delictivas que nacieron tras la pérdida de cohesión y caída de los máximos capos de La Familia y los Beltrán Leyva.
Una de ellas es Guerreros Unidos la cual fue fundada por Mario Casarrubias Salgado, alias El Sapo Guapo, quien hasta 2009 era uno de los pistoleros de confianza del capo Arturo Beltrán Leyva.
No obstante el grueso de sicarios del grupo, según las investigaciones y datos de inteligencia de la PGR, no eran elementos de los Beltrán Leyva sino que fueron reclutados de distintos grupos y entre ellos llegó el refuerzo de La Familia, luego de que su cártel empezó a debilitarse en 2011 y comenzó a empoderarse el de Los Caballeros Templarios.
No hay certeza, a partir de los elementos de información con los que se cuenta, del por qué se dio este desplazamiento de sicarios, pero en el gabinete de seguridad advierten que pudo haber sido para fortalecer al grupo guerrerense en el dominio de plazas y rutas de drogas, así como ejercer resistencia ante el intento de expansión de Los Templarios.
Oficialmente la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y la Policía Federal identifican la operación de este grupo en Guerrero, Morelos, Estado de México y el Distrito Federal.
Rivalidades alcanzaron hasta el DF
De acuerdo con los reportes de la PGR, Guerreros Unidos es un grupo que rivaliza con casi todas las otras células de la región, con los cárteles de los Caballeros Templarios y el Cartel de Jalisco Nueva Generación, así como con movimientos de corte guerrillero.
Una de las rivalidades más importantes es con otro vástago de lo que fue la organización de los Beltrán Leyva, conocida como Los Rojos y liderada actualmente por Santiago Mazari Hernández, alias El Carrete.
Cabe señalar que hace dos años Guerreros Unidos montó una acción organizada en el propio Distrito Federal para asesinar al líder de Los Rojos, Crisóforo Rogelio Maldonado, quien estaba hospitalizado en Médica Sur. Tras el homicidio no hubo detenidos.
Más vástagos violentos
En total, 47 células delictivas tiene identificada la PGR como resultado de la fragmentación de los Beltrán Leyva y de La Familia. Muchos de estos grupos no tienen capacidad operativa para traficar drogas a gran escala, pero se especializan en el cobro de cuotas por rutas, además de extorsiones, secuestros y delitos del fuero común, en muchas ocasiones cometidos con extrema violencia.
Hay células nacidas directamente de los círculos fieles a los hermanos Beltrán Leyva como Los Rojos, Los Mazatlecos, La Oficina, La Mano con Ojos, o Pacífico Sur. Otras son resultado de los grupos que controlaba Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, como Los Pelones, El Cártel del Centro o La Nueva Administración.
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