O como se dice: “Mal empieza la semana quien ahorcan en lunes”. Carlos Navarrete Ruíz tenía unas cuantas horas de haber jurado como dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) el 5 de octubre, cuando le estalló el problema de Guerrero en las manos. Quiso hacer política de conciliación, pero no de Estado. Y le falló.
Fue pronto a Iguala a pedir perdón a los votantes porque su partido sostuvo la candidatura del alcalde José Luis Abarca Velázquez en 2012 y con cuyas siglas consiguió la presidencia municipal. Compañeros perredistas (Alejandro Encinas, Mario Delgado…) le recriminaron esta actitud, reclamando que no es un asunto de pedir perdón, sino de fincar responsabilidades.
Pero digamos que en todos los partidos políticos mexicanos se cuecen habas. En su interior y exterior hay personajes ‘de chile, de dulce y de manteca’. Es parte del proceso de descomposición del sistema de partidos políticos en México que fue in crescendo a lo largo de muchos años, mientras éstos hacían como que no se daban cuenta y los ciudadanos como que no nos importaba… hasta ahora…
Pero es cuando el agua les está llegando a los aparejos que anuncian una reunión urgente esta semana para ‘evitar que el crimen organizado’ se infiltre en sus filas. Como si de pronto hubieran descubierto el hilo negro de la corrupción interna en cada una de las instituciones que los mexicanos pagamos para su subsistencia y para el estímulo democrático…
Pero el problema serio lo tiene ahora el PRD que es el que propuso para gobernador al ex priista Ángel Aguirre Rivero y al alcalde de Iguala. Los focos rojos apuntan hacia el PRD- Nueva Izquierda, lo que hace que tanto el PRI como el PAN y la menudencia partidaria aplaudan, como también al interior del mismo PRD en su interminable división tribal, hoy más peligrosa que antes.
Por lo pronto tanto el señor René Bejarano, como su esposa, la señora Dolores Padierna (IDN) salieron de inmediato a decir que ellos habían advertido a la autoridad judicial federal como también al ex dirigente perredista, Jesús Zambrano, lo mal averiguado que era José Luis Abarca.
El Procurador General de la República (PRI) Jesús Murillo Karam, dice que René Bejarano si le dijo, pero que al pedirle pruebas de su dicho no hubo respuesta. A Dolores Padierna, el actual líder perredista, Navarrete, se niega a contestar porque lo atribuye a una vendetta política que ahora promueve la representante de IDN al perder en las elecciones internas recientes.
Pero no es sólo ahora que el PRD se ve metido en averiguaciones. Está el famoso caso de Julio César Godoy Toscano, hermano del ex gobernador de Michoacán, Leonel Godoy (PRD) y quien en 2009 fue postulado candidato de este partido a diputado federal por el I Distrito Electoral Federal de Michoacán. (Durante el transcurso de la campaña en abril de 2009, su suplente, Gustavo Bucio Rodríguez, fue asesinado). El 5 de julio de 2009 fue electo. Luego se convirtió en prófugo de la justicia por presuntos lavado de dinero, delincuencia organizada y narcotráfico.
O como el caso de Arquímides Oseguera, alcalde de Lázaro Cárdenas, Michoacán, detenido el 28 de abril por sus presuntos nexos con Servando Gómez, La Tuta, y por su también presunta participación en secuestros y extorsiones en el estado.
O Miguel Ángel Almaraz Maldonado, presunto operador de Los Zetas, en Tamaulipas. Fue presidente estatal del PRD y registrado precandidato a diputado federal por el Tercer Distrito electoral de Río Bravo. “En 2009 fue arrestado como parte de un grupo dedicado al robo de hidrocarburos de la Cuenca de Burgos”. (La Jornada 12-X-14).
En abril de este año fue detenido en una gasolinería de Iguala, el alcalde del PRD de Cuetzala del Progreso, Guerrero, Feliciano Álvarez Mesino. Se le imputan presuntos asesinatos, secuestros y extorsiones…
Así que el señor Navarrete tiene mucho por hacer ahora. En primer lugar asumir que en su partido ha actuado de forma irresponsable, sin seriedad y con mucha ambición de poder político: no social. Que se han cometido errores fatales en la elección de sus candidatos y que hoy mismo, muchos por ahí, seguramente, tendrían que poner sus barbas a remojar.
No se trata de purificarse ahora y convocar, como él lo ha hecho por su iniciativa, a los demás partidos para evitar ser infiltrados por el crimen organizado.
Sí se trata de una responsabilidad pública desde el momento que estos partidos viven de recursos públicos y, por lo mismo, su dirigencia tendría que responder ante la autoridad por negligencia y malversación de recursos públicos.
Por supuesto, es ahora el caso del PRD… Pero todos los partidos, decíamos, tienen cola que les pisen y, por lo mismo, en un momento de transformación obligada, como es este, como resultado de Tlatlaya e Iguala, que urge que los ciudadanos revisemos si son éstos los partidos que queremos en adelante y cómo deberá funcionar un nuevo sistema de partidos que garantice la auténtica representatividad ideológica, doctrinaria, política y la honorabilidad de los mexicanos…
Porque no se necesitan dos dedos de frente para darnos cuenta de que, en mucho, la tragedia mexicana de hoy es culpa de los partidos políticos: todos. Y son éstos los que tienen que ser sometidos a juicio político.
Por ahora esto es lo que hay. Pero urge su cambio si no quieren los partidos políticos, ser arrastrados por el desprecio nacional, como ya ocurre de forma no tan soterrada y sí muy pública.
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