César Armando Librado Legorreta, alias El Coqueto, logró burlar durante cinco días a las autoridades policiacas y judiciales sin poder moverse: con las vértebras lumbares estalladas y con una multifractura en el pie, que lo podrían dejar paralítico.

 

Según la versión de Alfredo Castillo Cervantes, procurador de Justicia del Estado de México, el violador y feminicida serial Librado Legorreta fue localizado el sábado pasado, después de haberse fugado, en una barranca cercana al Cerro del Judío, en la delegación de Magdalena Contreras.

 

Esa misma noche, en rueda de prensa, el funcionario del gobierno mexiquense ofreció disculpas a las familias de las víctimas del violador de ocho mujeres y asesino de siete de ellas, y atribuyó la fuga de El Coqueto a lo que llamó errores que puede cometer cualquier persona.

 

“Ofrezco a nombre de la Procuraduría de Justicia del Estado de México una disculpa a las familias de las personas que perdieron la vida a manos de este sujeto por los inconvenientes que en un momento se les pudieron hacer pasar… las instituciones están conformadas por hombres y los hombres están sujetos de cometer errores como pasó en esta ocasión”, justificó Castillo.

 

Nada explicó en ese momento el procurador sobre cómo una persona con lesiones severas en la columna, a consecuencia de haber saltado del tercer piso del edificio de la Subprocuraduría de Justicia en Tlanepantla, pudo desplazarse desde ese sitio hasta el sur del Distrito Federal.

 

En la rueda de prensa del pasado sábado por la noche, se limitó a informar que el violador y homicida prófugo se escondió en la vivienda de unos familiares en la colonia Malinche, a quienes les dijo que venía huyendo de un secuestro, y describió de manera general las lesiones que tenía en la columna y en uno de los pies.

 

La explicación llegó hasta ayer, en la conferencia de prensa a la cual convocó para dar a conocer que el feminicida y violador –quien se les fugó la madrugada del lunes 27 de febrero-, logró su traslado hasta la casa en que se resguardó porque pidió ayuda a un automovilista, a quien le dijo que lo acababan de atropellar.

 

En esa misma conferencia, manifestó que César Librado podría quedar paralítico, a consecuencia de las lesiones ya descritas.

 

Tras la recaptura de El Coqueto, éste fue internado en el Hospital San Juan para valorar las lesiones que presentaba, y ayer el procurador mexiquense dijo que ya fue ingresado al penal de Barrientos, y que atendieron la prescripción de los médicos legistas de ingresarlo en camilla e inmovilizado.

 

También dijo que tendrían que operarlo, con el riesgo de que quede sin movilidad en las piernas.

 

Dos de los agentes ministeriales que lo resguardaban cuando se dio a la fuga: Saúl Antonio Sánchez Ortega y Rodrigo Rodríguez Hernández, que presuntamente se quedaron dormidos, siguen prófugos, mientras que en el caso de otro agente, Luis Alberto Cañedo Chaparro, un juez decidirá si lo consigna o no.

 

 

 

ASÍ SE FUE

 

– La falta de la figura del arraigo provocó que tras su captura, Librado se quedara a cargo de tres ministeriales, quienes en la madrugada se quedaron dormidos y no se enteraran sino horas después de que el feminicida y violador se les escapara saltando por la ventana de un tercer piso.

 

– El Coqueto usó los cables de los teléfonos y de las computadoras de la oficina donde lo resguardaban como cuerda para salir del edificio.

 

– Pudo escapar tras quitarse la esposa de la mano derecha; después, las esposas de los pies se las retiró, quitándose los zapatos y doblando los pies en forma de punta, hasta zafarse de ellas.