PEKÍN. El Gobierno chino respondió a la petición estadunidense de una “investigación rápida, transparente y completa” sobre la supuesta agresión a un manifestante esposado durante las protestas prodemocráticas en Hong Kong diciendo que “ningún país extranjero tiene derecho a interferir”.

 

 
“Como región especial administrativa china, los asuntos de Hong Kong son internos y ningún individuo o país extranjero tiene el derecho a interferir”, dijo en una rueda de prensa en Pekín el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de la potencia asiática, Hong Lei.

 

Por otro lado, Hong aseguró que Hong Kong “lleva a cabo una investigación” sobre el video, que muestra cómo varios policías golpean a un manifestante durante los fuertes choques de la madrugada del miércoles, que concluyeron con 45 detenidos.

 

En la misma línea de hace tres semanas, cuando comenzaron las manifestaciones, Hong enfatizó que el movimiento Occupy Central “ha bloqueado las principales carreteras y desafiado a la Policía, interrumpiendo seriamente el orden social”.

 

“Estas actividades ilegales serían condenadas por cualquier país”, añadió.

 

Sobre el campo de batalla, en un intento de rebajar las tensiones, el jefe del Ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, anunció la disposición del Gobierno a dialogar con los estudiantes pese a advertir que no habrá posibilidad de reformar el marco electoral para las elecciones de 2017, lo que reclaman los manifestantes.

 
“Durante los últimos días, hemos trasladado a los estudiantes nuestro deseo de que queremos iniciar un diálogo oficial para discutir el sufragio universal en cuanto podamos, con suerte a comienzos de la semana que viene”, señaló el jefe del Ejecutivo local.

 

A pesar de tender su mano a los estudiantes para poner fin a las manifestaciones, Leung indicó que la reforma electoral establecida para los comicios de 2017 no se modificará, después de dos días de violentos enfrentamientos entre manifestantes y policía.

 

La decisión, por lo tanto, deja pocas posibilidades de alcanzar un acuerdo con los manifestantes, que exigen la libre elección popular de los candidatos a la jefatura de Gobierno para 2017, mientras Pekín insiste en dejar que un comité compuesto por mil 200 miembros (nombrados por el Partido Comunista) seleccione a los aspirantes.

 

“La decisión de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo chino) sobre la reforma electoral no puede ser revisada para 2017”, zanjó Leung, quien, no obstante, afirmó que 2017 no es el la última oportunidad para lograr el sufragio universal.

 

El político hongkonés explicó que el Gobierno está dispuesto a hablar con los manifestantes sobre la reforma electoral acerca de lo que puede hacerse dentro del marco establecido por Pekín.

 

“La política es el arte de lo posible”, destacó.