Con el objetivo de que no denunciaran la ejecución cometida por militares en Tlatlaya, agentes ministeriales de la Procuraduría de Justicia del Estado de México (PGJEM) torturaron y abusaron sexualmente de dos de las sobrevivientes del multihomicidio, concluyó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

 

En la recomendación 51/2014 de la CNDH dada a conocer ayer por este caso, y en donde se confirmó que 15 personas fueron ejecutadas extrajudicialmente, la CNDH reveló la complicidad de la PGJEM en el encubrimiento de los hechos ocurridos el 30 de junio en una bodega del referido municipio.

 

“Además de las violaciones a derechos humanos cometidas por personal militar que participó en los hechos, este Organismo Nacional logró acreditar la tortura y agresiones sexuales cometidas por parte de personal adscrito a la PGJEM, en agravio de V24 y V25, y los tratos inhumanos en agravio de V23, mujeres que estuvieron presentes en la bodega durante el momento de los hechos, así como diversas irregularidades durante la integración de la carpeta de investigación”, señala el documento.

 

Las siglas V23, V24 y V25 corresponden a las tres mujeres que sobrevivieron al enfrentamiento y posterior homicidio de 22 supuestos delincuentes en la bodega ubicada en la localidad de San Pedro Limón.

 

La CNDH subrayó que a través de estudios realizados por sus peritos, incluido el denominado Protocolo de Estambul para identificar tratos crueles y torturas, se confirmaron maltratos físicos y psicológicos contra las sobrevivientes y que posiblemente fueron ocasionados en las mismas instalaciones de la Procuraduría en Toluca.

 

Aunque las víctimas narraron que un grupo de hombres y una mujer estuvieron involucrados en los maltratos sin logar identificarlos, la CNDH estableció que del análisis del caso se desprenden probables responsabilidades de funcionarios de varias áreas de la Procuraduría mexiquense.

 

“Es muy probable que además de la participación del personal adscrito a la Fiscalía Regional de Tejupilco de la PGJEM, haya participado personal de la Fiscalía de Asuntos Especiales en Toluca de la PGJEM, (…) lo que es un hecho es que las agraviadas fueron trasladadas a las instalaciones de la Procuraduría en la ciudad de Toluca, donde fueron puestas a disposición del Fiscal Especial de Homicidios, y que fue en instalaciones de dicha dependencia de esa en donde fueron torturadas y obligadas a declarar contra su voluntad”, indica la CNDH.

 

En su recomendación, el ombudsman nacional también hizo notar que la PGJEM no entregó fotografías cercanas de la posición de los cuerpos en la bodega de Tlatlaya, lo que obedece a un intento de “obstaculizar” las investigaciones, señaló.

 

Los maltratos

 

Entre los maltratos que las víctimas narran, y que la CNDH certificó, se encuentran diversas amenazas y golpes, todo ello con la finalidad de que las mujeres confesaron su relación con las personas asesinadas pero además para que encubrieran la ejecución cometida por elementos del 102 Batallón de Infantería.

 

Una de las víctimas, detalla la CNDH, reveló entre otras cosas que le “metieron su cabeza a la taza del baño unas cuatro veces. Le decían que tenía que decir que las personas que fallecieron habían matado a diez, a quienes pusieron en bolsas negras, y que ella daba de comer a los secuestrados”.

 

Añade que un señor “calvo” le dijo que podían darle golpes sin que se le notaran y que sabían la forma, y que varias veces le pegaron en las costillas.

 

“Cuando estaba en ese lugar un hombre la amenazó de violarla, ya que le hizo preguntas sexuales amenazantes, se bajó el pantalón y le ordenó que se inclinara”, agrega el testimonio de la mujer reproducido por la CNDH.

 

Otra de las víctimas dijo que en el traslado a la Procuraduría en Toluca recibió buen trato de los militares pero no de dos mujeres agentes ministeriales. Posteriormente al llegar a las oficinas fue trasladad a un sitio donde le golpearon la cabeza con los nudillos y le taparon la garganta y nariz con una bolsa de plástico. La maniobra de asfixia la repitieron por lo menos en cinco ocasiones.

 

“Quiere que la traten como persona o como animal, aquí sabemos pegarle a las personas sin que se note”, fue lo que le dijo uno de los agentes, según la narración de la víctima.

 

Confirmada ejecución

 

En la recomendación de casi 90 cuartillas la CNDH confirmó además que por lo menos 12 personas, y posiblemente otras tres cuyos cuerpos fueron manipulados, fueron asesinadas por personal militar pese a que no habían resultado heridas y ya se habían rendido.

 

Los disparos en contra de las víctimas se hicieron a corta distancia y además hubo golpes y siembra de armamento.

 

La CNDH también hizo notar que hasta ahora no se ha iniciado un proceso penal por el delito de homicidio en contra de los probables responsables, como 24 HORAS publicó el viernes pasado. Solo hay un juicio abierto en el fuero militar por violaciones al código disciplinario.

 

En la conferencia de prensa en la que se anunció ayer la recomendación de este caso, el presidente de la CNDH, Raúl Plascencia Villanueva, calificó como “una de las peores violaciones a los derechos humanos” en varios años.