El gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien el jueves por la tarde pidió licencia al Congreso guerrerense, permanecerá en el estado y en México para enfrentar las consecuencia que resulten del caso Iguala, aseguró el líder nacional del PRD, Carlos Navarrete Ruiz.
“Me quedo en Guerrero. No me voy de Guerrero ni del país, estoy listo para asumir cualquier consecuencia de la investigación. Si después de investigar se determina que tengo responsabilidades, las asumiré”, afirmó Navarrete Ruiz que le dijo Ángel Aguirre cuando aceptó, sin oponerse, pedir licencia al cargo luego de que el dirigente le explicó, en una reunión, la percepción que se tiene en el país sobre que el gobierno estatal no había hecho lo suficiente en el caso de la desaparición de los 43 normalistas en Iguala.
“Le tuve que decir: ‘Ángel, no es que se te acuse de ser el culpable, pero hay una sensación de que el gobierno de Guerrero no hizo lo suficiente, no atendió la situación a tiempo'”, señaló en entrevista con Carmen Aristegui para Noticias MVS.
“Se lo pedí a nombre del comité del partido, antier por la tarde”, indicó. “Ayer se concretó”, dijo sobre la salida del gobernador. Incluso el líder perredista reconoció que la solicitud de licencia “era necesaria” tras los acontecimientos “amargos” que han conmocionado al país.
Iguala es la punta del iceberg
Pero Iguala, Guerrero “no se puede aislar de lo que sucede en la República”, sostuvo. “Es la punta del iceberg”, advirtió, en referencia a la historia que se ha venido desenvolviendo desde el pasado 26 de septiembre: seis asesinatos, 43 jóvenes desaparecidos, un narcoaldalde -al que el PRD postuló- una primera dama, operadora del crimen organizado, y decenas de protestas que no cesan.
Navarrete Ruiz aseguró que en el PRD, desde los primeros momentos, “hubo preocupación enorme por lo ocurrido”. El asunto “me estalló en las manos”; sin embargo, el perredista también criticó que aún cuando el gobierno federal tomó en sus manos la investigación del caso, los jóvenes no aparecen y las averiguaciones se ven “muy lentas”.
Calificó como una “historia de horror” lo que ocurrió en Iguala, por lo que ha despertado una “indignación nacional” que, dijo, “el partido escucha, siente”.
“Había que tomar una decisión para facilitar la investigación y que el gobierno (de Guerrero) tenga una nueva relación con la gente”, agregó.
Ángel Aguirre lo fue a buscar para conocer la opinión que tenía el PRD porque el mandatario estatal aceptó que podría no darse cuenta de “el panorama nacional”.
“Le di las razones de lo que veía en el país…. 20 y tantas ciudades con manifestaciones… me escuchó largamente”, abundó sobre su charla con Aguirre Rivero.
Por ahora, su salida es un “paso indispensable para distender el ambiente”. Aunque no lo resuelve todo, ¿dónde están los muchachos?, preguntó. “¿Qué va a hacer el gobierno, las cámaras, los partidos?”. Es una emergencia nacional en materia de seguridad, los delincuentes están desatados, sentenció Navarrete. DM