Uno de los animales míticos de la naturaleza, los ciervos, se incorpora a la decoración del hogar que, de una manera u otra, campan a sus anchas por salones, dormitorios y cocinas.
Imágenes serenas, poderosas, de miradas penetrantes y postura firme y altiva, observan desde todo tipo de espacios y se exhiben en la pared sin ser un trofeo imaginario.