Para la mexicana Nuria Diosdado no han existido sacrificios en su trayectoria, pues el nado sincronizado es algo que le apasiona y hoy se mostró más que satisfecha por ganar el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014.
En la prueba de Solo Técnico, la jalisciense destacó en la disciplina del Complejo Leyes de Reforma, para demostrar que este deporte cada vez crece más en México, por lo que confía que pronto estarán entre las mejores cinco del mundo.
“Es un orgullo (ganar el oro), un honor, sobre todo ser mexicana y dar este mensaje de ser deportista, de ser estudiante y ser una persona íntegra. Sacrificio ninguno, porque es lo que me gusta, es nuestra pasión, claro que no vives con tu familia, pero hay una cercanía que los siento en mi corazón, nado con ellos, sé que son mi respaldo”.
Alegre por la evolución de este deporte, resalto: “Me tocó vivir el cambio en el nado sincronizado, de estar en el lugar 17 del mundo, estamos en el séptimo, ha sido mucho el trabajo que hemos hecho, pero el reflejo se ve en las competencias y en el ranking mundial que tenemos ya”.
“Poco a poco ha crecido esta disciplina, se empieza hablar más del nado sincronizado y me da gusto saber que estamos dejando un legado para las niñas que vienen detrás de nosotras”, enfatizó momentos antes de recibir su presea áurea engalanada en su traje de baño con vivos en color turquesa y pedrería plateada.
Sabe que el trabajo ha sido fundamental en varios años y una muestra es ella que inició a los cinco años en el nado sincronizado, a los 12 fue seleccionada y a los 15 años se mudó a la capital para estar en la representación mayor.
“Nos ha costado 10 años lo que hemos venido haciendo, para subir un lugar (en el ranking) tardas un año o más, Italia lleva en el quinto lugar 10 años, así que es difícil, es un deporte que puedes subir en un día o te quedas mucho tiempo. Si continuamos con el trabajo que estamos haciendo ahorita, México va a crecer”. OB