SAO PAULO. El escándalo que sacude Brasil por desvíos millonarios en la petrolera semiestatal Petrobras cobró a otro implicado. Adarico Negromonte, el último sospechoso hasta ahora más buscado por las autoridades brasileñas, se entregó ayer.

 

Negromonte, es acusado de entregar dinero como empleado de un cambista de dólares criminal que mediaba sobornos entre empresas constructoras, políticos y la empresa petrolera.

 

El último implicado, de 69 años, es hermano de Mario Negromonte, quien entre 2011 y 2012 fue titular del Ministerio de Ciudades, creado para incentivar proyectos de infraestructura en el país.

 

Las autoridades detuvieron hace más de una semana a otros 24 hombres, principalmente ejecutivos de compañías de construcción. Sin embargo Negromonte seguía libre, señalado como fugitivo en la investigación.

 

Un juez federal liberó el miércoles pasado a 11 sospechosos en la red de sobornos porque consideró que no pondrían en riesgo la investigación.

 

La policía dice que los ejecutivos de compañías de construcción supuestamente sobornaron a funcionarios de Petrobras para obtener contratos que suman unos miles de millones de dólares. Entre los detenidos está Renato Duque, ex director de servicios de la estatal.

 

El caso se sustenta en los testimonios del cambista de dólares Alberto Youssef, condenado por un fraude bancario que asegura que el dinero se destinaba al gobernante Partido de los Trabajadores y a otros grupos políticos. Youssef está cooperando con la investigación a cambio de una sentencia más leve.