FERGUSON. Todo acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario. El gran jurado decidió y las calles de Ferguson (Missouri) ardieron cuando el comité que investigo la muerte del menor Michael Brown a tiros por el policía Darrel Wilson encontró que no existe “causa probable” de homicidio y decidió liberar sin cargos al agente Darren Wilson.
Los bomberos arrojaban ayer chorros de agua sobre los restos calcinados de algunos comercios. Algunas tiendas de este suburbio de St. Louis que no fueron incendiados por las turbas tenían las vitrinas rotas. Estas últimas protestas fueron mucho más destructivas que las demás que siguieron a la muerte de Brown el 9 de agosto, con más de una docena de comercios destruidos o muy dañados. En Ferguson se practicaron 61 arrestos, muchos por robo, dijo el vocero de la policía del condado de St. Louis, Brian Schellman. Asimismo hubo 21 arrestos en St. Louis, donde los manifestantes destruyeron vitrinas de comercios, según el alcalde de St. Louis Francis Slay.
Según la cadena de CNN, la policía utilizó gas lacrimógeno para contener a los manifestantes. Las imágenes televisivas mostraban diferentes fuegos en la ciudad y los reporteros informaron de disparos de armas de fuego. El gobernador de Missouri, Jay Nixon, difundió un comunicado en el que decretó el “estado de emergencia” y anunció un aumento de la dotación policial para controlar “los saqueos y disturbios”.
Las grandes ciudades del país se solidarizaron rápidamente con protestas pacíficas tras la decisión del gran jurado que debatió el caso durante tres meses. Sus integrantes escucharon la versión de 60 testigos, que en el veredicto señalaron que fueron demasiado contradictorias, y no se halló una prueba fehaciente de que Wilson haya actuado en contra de la ley o de manera culposa tras dispararle a Brown en repetidas ocasiones.
El fallo indica que Wilson gatilló su arma en “defensa propia”, y el mismo Wilson se defendió declarando que “actuó tal como se lo enseñaron”.
El policía dijo a los jurados que encontró a Brown y un amigo caminando por una calle y que, cuando les dijo que subieran a la acera, Brown le respondió con un insulto. El policía advirtió que Brown tenía numerosos cigarrillos y pensó en un informe radial minutos antes sobre un robo a un comercio cercano.
Wilson dijo que pidió a un despachante que enviara refuerzos policiales y después colocó su patrullera frente a Brown y el amigo. Al tratar de abrir la puerta, Wilson dijo que Brown se la cerró de un golpe. Agregó que empujó a Brown con la puerta y que este respondió dándole un puñetazo en la cara. El policía aseguró que pensó que debía hacer para no ser golpeado dentro de la patrullera. “Saqué la pistola”, dijo Wilson a los jurados. “Le dije: retrocede o disparo.
El inmediatamente asió la pistola y me dijo ‘No eres macho como para dispararme”’. El policía prosiguió diciendo que Brown asió la pistola con la mano derecha, la torció “y me la encajó en la cadera”. Después que hubo disparos en el vehículo, Brown huyó y Wilson lo persiguió. En determinado momento Brown se dio vuelta de cara al policía. En ese momento las versiones de los testigos no coinciden en si Brown caminó, trastabilló o cargó contra el policía antes de ser mortalmente herido.
El abogado de la familia Brown, Benjamín Crump dijo en conferencia de prensa que él y el resto del equipo legal de la familia objetaban la decisión del fiscal del condado de St. Luis Bob McCulloch de convocar a un jurado de investigación y no designar un fiscal especial. “Podíamos anticipar cuál iba a ser el resultado y eso es lo que ocurrió anoche”, agregó.
La familia de Brown había solicitado el apartamiento de la causa del fiscal del Estado Robert McCulloch, con argumentos absolutamente atendibles: es blanco e hijo de un policía que fue asesinado por un negro. Además, el jurado estaba compuesto por nueve personas blancas y tres negras.
En cambio los abogados de Wilson emitieron una declaración en la que elogiaron la decisión y dijeron que el policía, que ha permanecido fuera de la vista pública desde el incidente, agradece a quienes le manifestaron su apoyo. “El agente Wilson se atuvo a su entrenamiento y siguió la ley”, escribieron los abogados. Los policías “frecuentemente tienen que tomar decisiones difíciles en una fracción de segundo”.