MOSCÚ. ¿Hasta dónde llegan las ambiciones de Putin en materia de política exterior? Según el presidente ruso, no tan lejos de espacio post-soviético. Ayer el mandatario negó que su país, acusado por Occidente de participar directamente en el conflicto armado en el este de Ucrania, tenga interés en tomar parte en algún conflicto o participar en juegos geopolíticos.
“No amenazamos a nadie ni tenemos intención de entrar en juegos geopolíticos, intrigas y muchos menos conflictos, por mucho que alguien quiera meternos en ellos de la forma que sea”, dijo Vladimir Putin en una reunión dedicada al futuro de las Fuerzas Armadas rusas.
Al mismo tiempo, subrayó que “es necesario defender la soberanía y la integridad territorial de Rusia” y la seguridad de sus aliados y pidió “aunar esfuerzos de todos los órganos estatales para resolver cuestiones relacionadas con la defensa del país”.
A pesar de las reiteradas insistencias del Kremlin acerca de que no presta apoyo directo a los separatistas prorrusos que actúan en el este de Ucrania, Occidente, con Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza, acusa a Moscú de suministrar armamento y enviar tropas a territorio ucraniano.
En ese sentido la canciller alemana, Angela Merkel, culpó a Rusia de que la situación en el este de Ucrania sea “muy distante del alto el fuego” que teóricamente impera en la zona, donde se estima que han muerto mil personas durante la tregua.
Así lo aseguró la jefa del gobierno alemán ante el pleno del Bundestag (Cámara baja) en una intervención en la que defendió los presupuestos de su Ejecutivo para 2015 y repasó los principales problemas geopolíticos globales.
Merkel afirmó que Rusia ha violado la integridad territorial de Ucrania y, de esta forma, “ha puesto en cuestión la seguridad europea” y roto el derecho internacional.
Es fundamental, agregó a este respecto, que vuelva a prevalecer en la región “la fuerza de la ley” sobre “la ley del más fuerte” actual.
“Nuestro objetivo es una Ucrania soberana que, ni más ni menos, pueda decidir ella misma sobre su propio futuro”, afirmó.
Los ejes de la política alemana sobre Ucrania, prosiguió Merkel, van a seguir siendo “apoyar política y económicamente” a Kiev para que pueda superar esta crisis y apostar por una “solución diplomática” del conflicto, manteniendo el diálogo abierto con todas las partes implicadas.