Una inevitable balanza: se compra mucho, se fortalece al equipo; se vende mucho, se debilita al mismo. Balanza refutada, más que por nadie, por este equipo del norte de Portugal.
¿Cuál es la prioridad del club Oporto: dinero o trofeos?
Si es el dinero, entonces le ha salido de maravilla porque en los últimos 20 años ha conquistado 14 ligas, ocho copas, 13 supercopas, una Champions League, dos Europa League (una todavía bajo el nombre Copa UEFA), una supercopa europea, una Intercontinental.
Si son los títulos, entonces más nos podemos impresionar, porque el anterior palmarés palidece ante las cifras económicas que ha reportado esta institución a lo largo de la última década: más de 600 millones de euros como superávit entre los jugadores comprados y su posterior venta.
Antes de pasar al tema de Héctor Miguel Herrera, consolidado en el medio campo de los denominados Dragões, una serie de ejemplos: el brasileño Hulk llegó en 2008 a cambio de 5 millones de euros y se fue en 2012 por 60; Radamel Falcao fue fichado por 5.5 millones en 2009 y se marchó en 2011 al Atlético a cambio de 40; Pepe se integró en 2004 a cambio de un millón y en 2007 emigró al Real Madrid por 30 millones; James causó alta en 2010 por 5 millones y luego se vendió en 2013 por 45; recientemente, el defensa Eliaquim Mangala que había sido recibido por 7 millones, resultó traspasado al Manchester City por 40.
Además, nombres como los de Anderson, Lisandro, Ricardo Carvalho, Quaresma, Bosingwa, Deco, Lucho González, Joao Moutinho e incluso el del director técnico André Villas-Boas, cuya liberación para firmar por el Chelsea supuso al club londinense 15 millones de euros (con diferencia, el monto más alto que se haya pagado como “transferencia” por un entrenador; siete años antes el mismo Chelsea había pagado a los Dragões tres millones para que rompieran el contrato de José Mourinho).
Valga tan millonario y largo preámbulo para especular sobre el futuro de Héctor Miguel Herrera. Si al cabo de año y medio en el Oporto ha logrado crecer a tal proporción, podemos dar por hecho que el mediocampista de la Selección Mexicana saldrá por una muy elevada cantidad. En 2013, una temporada después de la coronación en los Olímpicos de Londres, llegó por ocho millones de euros; en este instante, su valoración se encuentra por encima de los 20 y en proceso de continuar al alza. Para como opera esta entidad y su astuto presidente Jorge Pinto da Costa (empresario y playboy que tiene cerca de 80 años), la salida de Herrera no será por menos de 25 ó incluso 30 millones. ¿A Inglaterra? ¿A España? A donde sea, pero siempre y cuando se triplique lo invertido a cambio del crack bajacaliforniano.
Otra faceta que debemos resaltar de este cuadro, más allá del trabajo de detección de talentos, es su gran capacidad para desarrollarlos. Lo que Herrera ha crecido en este año y medio es inconmensurable. No dudo que hoy es el mejor futbolista mexicano, algo que ya dejó claro en Brasil 2014 y evidencia a cada actuación con Oporto en la Champions League.
El dragón de los millones contempla a Héctor Miguel cuajar otra gran actuación y saliva: otra gran operación económica está cerca.