AUSTIN. La Universidad de Texas, campus Austin, perdió alrededor de un centenar de cerebros.
Esa cifra representa la mitad de los especímenes que la universidad tenía en una colección de cerebros preservados en frascos con formaldehído.
Uno de los cerebros extraviados presumiblemente perteneció al asesino múltiple Charles Whitman.
El cocurador de la colección, el profesor de psicología Lawrence Cormack, dijo al diario Austin American-Statesman que es probable que los estudiantes y otras personas se hayan estado llevando los cerebros durante años “para sus salas de estar o para bromas del Día de Brujas”.
El Hospital Estatal de Austin transfirió los frascos con cerebros a la universidad hace 28 años.
Aunque se eliminó la información de identificación a las muestras para proteger la confidencialidad, el cocurador Tim Schallert dijo que el cerebro de Whitman, quien mató a más de una docena de personas en la misma universidad, era parte de la colección.