En febrero pasado, el día 27 para ser precisos, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, después de haberse reunido con los integrantes del “gabinete del México próspero” -especializado en temas de la política económica- informó a la sociedad mexicana que el Presidente de la República les había ordenado elaborar un acuerdo que generara certeza de cuáles serán las reglas en materia fiscal en los próximos años para los mexicanos, al cual llamaron Acuerdo de Certidumbre Tributaria y estableció, entre otras cosas, lo siguiente:
“No modificar la legislación tributaria. A partir del día de hoy y hasta el 30 de noviembre de 2018, es decir, el último día de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, el Ejecutivo Federal se compromete a no proponer al Honorable Congreso de la Unión cambios en la estructura tributaria. En específico, el Ejecutivo Federal se compromete ante la sociedad mexicana a no proponer al Congreso de la Unión nuevos impuestos, a no proponer al Congreso de la Unión aumentar las tasas de los impuestos existentes y a no proponer al Congreso de la Unión reducciones o eliminación de beneficios fiscales o exenciones existentes.
“Lo anterior implica un compromiso del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, a partir de hoy y hasta el final de su mandato, de que no se propondrán ajustes a la tasa, tarifas y bases imponibles del Impuesto sobre la Renta, del Impuesto al Valor Agregado, así como las aplicables al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, distintas a las ya aprobadas por el Congreso de la Unión”, dice el texto del mencionado acuerdo, aún vigente.
Por si acaso, uno de los puntos del documento establecía las “Excepciones para realizar modificaciones a las decisiones tributarias”. A saber: En el periodo que abarca desde el día de hoy hasta el 30 de noviembre de 2018 el Ejecutivo Federal sólo propondría modificaciones en respuesta a eventos macroeconómicos sustanciales y extraordinarios.
El lunes pasado, el mismo secretario de Hacienda dijo, palabras más, palabras menos, que el gobierno federal pudiera contemplar la posibilidad de reducir los impuestos, si las condiciones lo permiten; sin embargo, no sería para el 2015 sino que se analizaría para el 2016. Ah, también dijo el secretario que “definitivamente el gobierno no va a promover el IVA a los alimentos y medicinas”.
Los observadores políticos se quedaron perplejos por estas declaraciones. Lo primero que pensó su mente cochambrosa fue: seguramente van a esperar los resultados de las elecciones intermedias del próximo año; si le va mal al PRI probablemente van a recular en algunos puntos del mencionado acuerdo.
¡Ah, barbaros!
AGENDA PREVIA
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, inauguró ayer el primer tramo del proyecto Los Ramones, un sistema de transporte de gas natural por ducto, que unirá Texas con Guanajuato cruzando mil kilómetros, con una capacidad de 2.1 billones de pies cúbicos diarios. La inversión total de esta obra desarrollada por Pemex, será de 2,500 millones de dólares y estará en operación justamente dentro de un año. Por lo pronto, la primera fase, de Tamaulipas a Los Ramones, ya está funcionando.
La senadora del PRI Arely Gómez González presentó una iniciativa referente a la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que establece los principios para garantizar el derecho de acceso a la información de cualquier autoridad, entidad, órgano y organismo de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial; instituciones autónomas, partidos políticos, fideicomisos y fondos públicos, así como de cualquier persona física, moral o sindicato. ¡A ver si no la meten a la “congeladora”!, exclaman los suspicaces.