Hoy Miguel Ángel Mancera cumple dos años al frente del Gobierno del Distrito Federal (GDF) y su gestión enfrenta la misma debilidad con la que arrancó: la violencia en las marchas provocada por un grupo de personas con los rostros ocultos, hecho que deriva en detenciones indiscriminadas de manifestantes.

 

El mandatario local tuvo que lidiar con los arrestos que dejaron los disturbios del 1 de diciembre de 2012, cuando Marcelo Ebrard era todavía Jefe de Gobierno, Enrique Peña Nieto tomó protesta como presidente y los grupos de encapuchados en marchas cobraron relevancia pública.

 

De aquellos hechos a la fecha, estima Antonio de la Cuesta, analista del Centro de Desarrollo para la Investigación A.C. (CIDAC), las manifestaciones han tenido el mismo guion: disturbios cometidos por desconocidos, uso la fuerza policial y detenciones, algunas, “violatorias de los derechos humanos”.

 

“Eso sucedió el 1 de diciembre de 2012 y simplemente ha sido una repetición de estos hechos en todas las manifestaciones que hemos tenido a lo largo de las últimas semanas respecto al caso de Ayotzinapa”, estima.

 

En su opinión, el vandalismo de encapuchados ha “desnudado una incapacidad policiaca. A pesar de que pudieran existir protocolos en cuanto a detenciones y el uso de la fuerza, vemos que las policías siguen siendo violatorias del ejercicio de los derechos humanos”.

 

De la Cuesta pone de manifiesto que el Distrito Federal, por ser la capital del país y la sede de los poderes de la Nación, “siempre va a estar sujeto a este tipo de cosas (marchas masivas)”, pero considera que “hay una especie de omisión por parte de la autoridad local respecto a la responsabilidad que tiene”.

 

“La verdad ningún jefe de Gobierno había tenido que atender este número de marchas que han sido más violentas que en otras ocasiones”, admite, pero no omite subrayar que  la policía todavía no sabe cómo actuar ante las protestas.

 

El acierto

 

Uno de los principales logros de la gestión de Mancera Espinosa se dio en el terreno de la recuperación salarial en la Ciudad de México, entidad que dio el primer paso para la desvinculación del salario mínimo como unidad de referencia para el cálculo de multas y pagos.

 

De hecho, dos días después de que la Asamblea Legislativa aprobó por unanimidad la creación de una Unidad de Cuenta de la Ciudad de México y la desvinculación del salario mínimo, el presidente Enrique Peña Nieto anunció desde Palacio Nacional una iniciativa en el mismo sentido.

 

Los claroscuros

 

Otros temas que han eclipsado la administración de Mancera son el cierre de 11 estaciones de la Línea 12 del Metro, hecho que ha provocado gastos por 297 millones de pesos, según informó esta misma semana el secretario de Finanzas, Edgar Amador.

 

Asimismo el endurecimiento del Hoy No Circula generó tal descontento en la población, que incluso se organizaron diferentes jornadas de manifestaciones en contra de la medida que impide a autos con más de 15 años de antigüedad no circular los sábados.

 

 

2,302 marchas atendidas en el DF de enero a septiembre

883 millones de pesos costará la reparación de Línea 12

69.95 pesos valdrá la Unidad de Cuenta de la Ciudad de México