DOHA. Brasil fue el ganador inesperado de los Mundiales de natación en pista corta al sumar 10 medallas, siete de ellas de oro, con lo que avisó formalmente lo que puede esperarse de ellos en los Juegos Olímpicos de 2012. También, se ha asistido a la debacle de los grandes equipos que habían dominado a la natación mundial en las últimas décadas.

 

Estados Unidos terminó noveno en el Mundial con dos medallas de oro, aunque 17 en total. Rusia peor aún, con una de oro, igual que Australia.

 

El equipo sudamericano sumó cuatro nuevos triunfos que sumó este domingo.

 

Los oros de Cesar Cielo en los 100 libre, Etiene Medeiros, con nuevo récord del mundo incluido, en los 50 espalda, y de Felipe Franca en los 50 braza, así como el del equipo masculino de 4×100 estilos, confirmaron la progresión de la natación brasileña.

 

Triunfos que, sin embargo, no pudieron ensombrecer las gestas de la húngara Katinka Hosszu y del sudafricano Chad Le Clos, que se coronaron como los “reyes” de Doha con cuatro oros cada uno, los mismos que la española Mireia Belmonte, que sumó ella sola todo el oro de su país.

 

Chad Le Clos, el hombre que batió al legendario Michael Phelps en la final de los 200 mariposa de los Juegos de Londres, sumó su cuarto triunfo al imponerse en la final de los esa prueba al japonés Daiya Seto, que encaró los últimos 50 metros de la prueba en cabeza. Ganó en los dos largos finales en los que Le Clos,, exhibió todo su potencial para arrebatar el oro al japonés por 31 centésimas.