El tipo de cambio interbancario a 48 horas, usado para operaciones al mayoreo entre bancos, casas de bolsa, casas de cambio y particulares, cerró este lunes con una depreciación de 0.35% al venderse en 14.76 pesos por dólar, un nivel no visto desde 2009, cuando la economía mexicana padecía de los efectos de la crisis financiera en Estados Unidos.
Frente a esta tendencia, el gobernador Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), señaló que en el corto plazo no se sabe cuál será el rumbo del tipo de cambio, porque “en gran medida depende del comportamiento de cómo vayan las variables externas”, manifestó.
En su opinión, la caída del precio del petróleo y la normalización de la política monetaria en Estados Unidos han provocado que el dólar se cotice más caro de lo que debería estar frente al peso.
“El peso desde mi punto de vista está subvaluado, realmente está más caro el dólar de lo que debería estar en contra de nuestra moneda”, afirmó al finalizar la entrega del Certificado de Industria Limpia a Banxico.
Agregó que el desempeño de la moneda está fuertemente influenciado por variables externas, especialmente por la baja de los precios del petróleo y la normalización de la política monetaria en Estados Unidos.
“Esos factores están ahí, sin embargo lo que hemos hecho en México es seguir fortaleciendo nuestro marco macroeconómico”, dijo el ex secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La intervención del tipo de cambio, anunciada el 8 de diciembre de 2914 por Banxico y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene por objetivo principal darle orden al mercado y que no haya episodios bruscos de la cotización. Aclaró a respecto que no existe un objetivo puntual de algún nivel del tipo de cambio o de alguna trayectoria.
No obstante, el gobernador de Banxico rechazó que haya preocupación por la depreciación del peso frente al dólar. “Estamos en un régimen de tipo de cambio flexible y estamos tranquilos, porque los fundamentales económicos están sanos, pero sí tenemos que vigilarlo”, dijo.
El Banco de México estará atento al comportamiento de la moneda mexicana, debido a que puede afectar el cumplimiento de mandato que es la inflación, acotó Carstens. “Para inicios del año entrante tendremos muy buenas noticias sobre la inflación”, añadió.
En enero de 2015, la inflación estará alrededor de 3.5% por la eliminación del cobro de la larga distancia, la terminación de los gasolinazos y la disipación de los efectos de la reforma fiscal, concluyó Agustín Carstens.