El PRI y el PRD, cada quien por su lado claro, anunciaron “novedosos” esquemas para seleccionar candidatos a diputados, presidentes municipales y jefes delegacionales que participarán en las elecciones federales del 2015. No incluyen a los candidatos a gobernadores, pues éstos seguirán siendo elegidos por el tradicional “dedazo” en ambos organismos políticos. Bueno, no en balde son “primos hermanos”.

 

CUARTOSCURO_ARCHIVO_Alianzas PAN_2

 

En el PRI, su presidente César Camacho, anunció la integración de la Comisión Nacional de Procesos Internos (CNPI) para el periodo 2014-2017, que será la encargada de seleccionar a los aspirantes, y que fue calificada por aquél como “la comisión de la idoneidad y de la legalidad”, aclarando que no será transitoria sino permanente. Según él “líder”, será la estructura horizontal “que le dará fuerza al partido”. ¡Pues no que estaban más fuertes que nunca!, exclama un grupito de malosos.

 

Con base en el escrúpulo y el cuidado jurídico que caracteriza al tricolor, dijo don César, esta Comisión realizará muy bien su trabajo. Será la CNPI la Comisión de la legalidad, porque en la sobrerregulación normativa del mundo jurídico-electoral los partidos están llamados al escrúpulo extremo en el acatamiento de normas. Y será también la Comisión de la idoneidad, porque enfrentará el reto formidable de revisar los perfiles de quienes serán candidatos, poniendo por delante el prestigio social, y verificará que tengan una aptitud profesional y una actitud ética.

 

No hizo falta pedirle que explicara eso de “aptitudes” y “actitudes éticas”, pues se adelantó y dijo: “Una aptitud profesional, porque ostentamos con razón que aquí militan los mejores”.

 

Los del mismo grupito de malosos le preguntan a Camacho: ¿Los mejores en qué señor presidente? La duda surge, porque después del regreso triunfal del tricolor en el 2012, como que la sociedad podría pensar que en muchos puestos importantes que ocupan los priistas como que los mejores, lo que se dice mejores, no están. Por eso están “pasando las de Caín”. Hay excepciones, por supuesto.

 

En cuanto a la “actitud ética”, César Camacho destacó que la política debe tener esta cualidad, que es precedente del Derecho. “Hoy este tema cobra una relevancia superior, porque queremos postular a la gente más versada en la política y la administración y que no nos dé motivo para la vergüenza y el oprobio, porque hacen quedar mal al partido, a la política y al país”, aseguró. ¡Pues va a estar canijo!, exclaman los escépticos.

 

Extrañamente, ni el doctor Camacho, ni alguno de los integrantes del CNPI se refirió a otras características y/o requisitos que deben tener los candidatos a cargos de elección popular en las elecciones del año entrante, a saber: Llegar con las uñas cortadas (tanto las de las manos como las de los pies); tener su declaración patrimonial sin raspaduras ni tachaduras; pasar el alcoholímetro; no tener drogas, bueno, sólo con los bancos. Ah, y pasar el detector de mentiras.

 

Por su parte, los “primos hermanos” del PRD arrancaron su proceso de registro de candidatos a cargos de elección popular poniéndoles a los interesados una serie de “candados” para evitar que se les cuelen hombres y mujeres que tengan o hayan tenido alguna relación con la delincuencia organizada y desorganizada. Asimismo, deberán transparentar sus finanzas personales y su patrimonio. Superada esta prueba, una casa de apuestas, perdón, de encuestas determinará si efectivamente la población de tal o cual municipio conoce al candidato, goza de prestigio, de popularidad; si es una persona decente, y otras cositas.

 

Al parecer, en el PRD no solicitan el requisito de la experiencia; tampoco el de las “actitudes éticas”. ¡Por algo será!

 

Antes de que concluya el año sabremos si efectivamente los “novedosos” esquemas diseñados por el PRI y el PRD para seleccionar candidatos funcionaron o si sólo le dieron a la electores, “one more time”, el clásico.