Ni siquiera ha sido presentado oficialmente como nuevo técnico del América y el técnico Gustavo Matosas ya sabe que el listón que se le viene rasca las nubes. No sólo por el título que Antonio Mohamed dio a los amarillos para proclamarlo el equipo más ganador en México, sino por los 25 millones de dólares que las Águilas se acaban de gastar para apuntalar al actual monarca.
Los números que esperan a Matosas dan calambres. Lo dicen los dos años de Miguel Herrera al frente de los amarillos en los que obtuvo dos semifinales, una final y un título, el año del Turco que dio a los americanistas unos cuartos de final, una final, un título y la calificación a la segunda fase de la Concachampions.
Precisamente será la Liga de Campeones de la Concacaf la primera prioridad para el uruguayo: ganar la Concachampions para asegurar la presencia águila en el Mundial de Clubes de 2015, sin olvidar, al menos, meterse a la Liguilla del Clausura. Cualquier otra cosa sonaría a fracaso y a peligro para el proceso del uruguayo.
¿Y qué tendrá Matosas para lograrlo? A falta de que se confirme uno que otro refuerzo más para los emplumados en lo que resta de diciembre. El ex timonel del León contará con una garantía en el arco, tanto en la titularidad, como la suplencia: Moisés Muñoz ha jugado tres finales con América, tiene dos títulos, ha sido trascendental en ellos aunque no es Seleccionado Nacional por lo mediático, como en su momento Guillermo Ochoa, ni tiene el nivel que llegó a mostrar Jesús Corona.
En la zaga, América mantiene su base titular con la reincorporación de Paul Aguilar al plantel, luego de la salida de El Turco, junto a Miguel Layún, ambos titulares en los amarillos en el Tri, reforzados con la llegada del paraguayo Miguel Samudio, sin olvidar a los jóvenes Ventura Lavarado y Gil Burón. En la central se mantiene la base de Pablo Aguilar y Paolo Goltz, respaldados por el canterano Erik Pimentel.
El mediocampo luce reforzado con la llegada de Cristian Pellerano en la contención, sumado al ídolo de la afición, Rubens Sambueza, Osvaldo Martínez y el por ahora lesionado Gonzalo Díaz, a falta de contratar algún refuerzo más. Arriba la metralla luce peligrosa con Oribe Peralta, a quien le trajeron acompañamiento de la talla de Darwin Quintero y Darío Benedetto, que se suman a la velocidad de Michael Arroyo.
Es lo que le espera a Matosas, un América campeón, reforzado, con la alta exigencia de ganar, gustar y golear, y si no, que le pregunten a Mohamed el resultado.