El Instituto Politécnico Nacional abrió la operación del lugar más silencioso del país. Se trata de una cámara anecoica, una habitación diseñada para que sus paredes, piso y techo absorban totalmente cualquier sonido proveniente del exterior o del interior, incluso. Una persona que permanezca dentro de ella podría escuchar todo lo que ocurra con su cuerpo: desde el movimiento de sus intestinos, hasta la circulación de su sangre.
Si bien estudios científicos de los laboratorios Orfield en Minnesota, Estados Unidos, donde se construyó una de estas cámaras en 2012, demuestran que una persona puede perder la razón por estar ahí dentro sólo 45 minutos, la construcción de la cámara anecoica en México obedece más a cuestiones científicas.
De acuerdo con el estudio, el oído humano (que no está acostumbrado al silencio total) hace todo lo posible por localizarlo y como la única fuente existente es el propio cuerpo comienza a poner atención a absolutamente todo lo que ocurre con él: desde la respiración hasta los latidos del corazón.
Una cámara de esta naturaleza puede servir, por ejemplo, para que empresas automotrices o de producción de aparatos electrodomésticos puedan saber a cabalidad cuánto ruido generan sus productos.
El diseño de la cámara anecoica se planeó para que pueda absorber las reflexiones de las ondas acústicas o electromagnéticas; esto quiere decir que en lugar de que el sonido rebote contra sus paredes, estas lo atrapan y no permiten que viaje: así se genera el silencio.
Para conseguirlo, es necesario recubrir las paredes y techos de la cámara (conocida también como cuarto sordo) con láminas elaboradas a partir de materiales amortiguadores que “absorben” el sonido. El piso de esta habitación también es especial pues es de baldosas aislantes.
Este tipo de infraestructura también es conocido como local de campo libre porque no tiene ningún tipo de interferencia ni distorsión lo cual facilita llevar a cabo grabaciones o reproducir sonidos con alto grado de fidelidad, que además se pueden graficar con equipos especiales.
El cuarto sordo forma parte del proyecto Laboratorio Nacional de Telecomunicaciones y Antenas (LaNTA) que permitirá al Instituto Politécnico Nacional llevar a cabo investigaciones con organismos privados y públicos en el campo de las telecomunicaciones.
Por ejemplo, los trabajos que se lleven a cabo con el LaNTA podrán servir para planear redes de comunicaciones y monitoreo del espectro, procesamiento digital en comunicaciones, antenas y dispositivos electromagnéticos. Actualmente los especialistas del laboratorio llevan a cabo proyectos relacionados con el sistema de vigilancia y seguimiento con mini drones y aplicaciones móviles de botón de pánico.
También se pueden realizar enlaces punto a punto, vía satélite y radio, además en el LaNTA es posible planear sistemas de comunicaciones, supervisar su funcionamiento y desempeño y procesar señales de redes de telecomunicaciones.