En el puerto de Acapulco, los alumnos de cuando menos 107 escuelas de colonias marginales tuvieron que ser custodiados por mil 300 policías federales de la Gendarmería Nacional debido a las condiciones de inseguridad que se vive en la región, reportó la Secretaría de Educación de Guerrero.

 

Además, 90 escuelas no pudieron reiniciar actividades con normalidad, pues permanecen cerradas desde diciembre luego de recibir amenazas; los cerca de dos mil profesores que trabajan en estos planteles, no se sienten seguros de volver.

 

Por ejemplo, el pasado 8 de diciembre en la escuela secundaria número 100 de la colonia El Coloso, un grupo armado ocasionó un incendio en las oficinas de la dirección.

 

El miércoles por la mañana, en el marco de una ceremonia para inaugurar el regreso a clases, el secretario de Educación del Guerrero, Salvador Martínez Della Rocca, dijo a medios locales que había llegado a un acuerdo con la Secretaría de Gobernación para que mil 300 policías federales vigilaran el regreso a clases.

 

Cerca de dos mil 421 alumnos toman clases en estas 107 preescolares, primarias y secundarias, consideradas dentro del perímetro de zonas de “muy alto riesgo” por la autoridad estatal.

 

“¡Qué lástima que sea así! En mi época no hubiéramos soñado con que para llegar a la escuela necesitáramos vigilancia policiaca. El tejido social lo estamos perdiendo cada día en el aula. A todos los que nos están escuchando les pido que por favor nos dejen en paz, en particular a los maestros y a los niños”, señaló en una entrevista radiofónica el miércoles por la mañana.

 

Según información de la coordinación de Servicios Educativos de la dependencia estatal para la zona de Acapulco-Coyuca de Benítez, que reporta el periódico El Sur, la violencia ha afectado directamente a 14 profesores de telesecundarias, principalmente de las áreas rurales y suburbanas del puerto. Resulta que en 2014, nueve fueron asesinados de camino a la escuela y otros cinco fueron secuestrados.

 

En 2011, el gobierno del estado determinó la instalación de botones de pánico y cámaras de videovigilancia en 128 escuelas después de una serie de protestas de profesores de educación básica, cuando en los ataques del crimen organizado los maestros comenzaron a ser víctimas frecuentes.

 

Tres años después un reporte interno de la Secretaría de Educación local, evidencia que el 85% de estos aparatos no funciona correctamente. De las 107 escuelas custodiadas por los gendarmes, sólo los botones de pánico de 22 planteles sirven, en 43 no funcionan y 42 ni siquiera los tienen.

 

El 12 de diciembre, 24 HORAS publicó que 198 escuelas de la zona periférica de Acapulco adelantarían el inicio del periodo vacacional por temor de los maestros de ser secuestrados o extorsionados por integrantes del crimen organizado para entregar sus aguinaldos.

 

En ese momento, la Secretaría de Educación consideró la contratación de empresas de seguridad privada que garantizaran condiciones mínimas para que los estudiantes pudieran regresar a clases ayer 7 de enero.