El pasado miércoles publiqué en este espacio un texto bajo el título de “Neme debe renunciar”.

 

Allí dije en los primeros párrafos: “La rendición de cuentas en el sector público debe hacerse efectiva, si no, no sirve. Caminos y Puentes Federales, CAPUFE, le ha tomado el pelo a miles de usuarios suscritos a los sistemas de telepeaje en las carreteras del país. Ante el conflicto que armó su director, Benito Neme, en julio y agosto pasados con la puesta en marcha del ‘programa de modernización’ de los servicios de cobro de peaje por medios electrónicos, se comprometió no sólo a la interoperabilidad de los diversos sistemas, sino también a la modernización de estos sistemas bajo calendario. Pues bien. Ni interoperabilidad al 100%, mucho menos modernización”.

 

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Ese mismo día recibí una carta firmada por Isabel Morales Durán, Coordinadora de Comunicación Social de CAPUFE, que reproduzco textualmente:

 

“Usted menciona que hay accesos a las vías de pago en la ciudad de México, en las que los empleados anotan en un cuaderno el número de tag del usuario y se generan filas innecesarias y molestias. Me permito informarle que los accesos a que se refiere no están a cargo de CAPUFE. Los operadores son varios: OHL, Vía Pass, Televía o Pinfra. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes es la encargada de regular tanto la modernización como la misma interoperabilidad.

 

Desde que la empresa Telepeaje Dinámico se hizo cargo del cobro por medios electrónicos de la red operada por CAPUFE, el avance registrado en la interoperabilidad es de aproximadamente 95%, habiéndose presentado un mínimo de fallas en la lectura de tags, debido al cambio físico y de software de la tecnología, ya que la que se heredó del anterior proveedor, I+D, era totalmente obsoleta.

 

Es importante mencionar que el número de quejas de usuarios es sustancialmente menor a las presentadas antes de esta etapa.

 

En lo que se refiere al proceso de licitación en el que resultó ganadora la empresa Telepeaje Dinámico, le informo que en ella participaron 48 empresas agrupadas en 6 consorcios.

 

La transparencia con que se realizó esta licitación ha quedado absolutamente demostrada al no haberse presentado en ningún momento, ni ante la Función Pública ni el Órgano Interno de Control de CAPUFE,  ni una sola inconformidad en el proceso y fallo.

 

Tanto la directiva de CAPUFE como esta Coordinación, estamos en la mejor disposición de proporcionarle la información que considere necesaria”.

 

Respondo brevemente:

 
1. Es lamentable que cinco meses después Benito Neme no haya aprendido la lección y siga insistiendo en señalar culpables de un problema que él creó en julio pasado y por lo que la Comisión de Comunicaciones del Senado lo citó a comparecer el 7 de agosto. En la carta que respondió CAPUFE señala como culpables de las actuales ineficiencias a los operadores y a la propia SCT como “la encargada de regular tanto la modernización como la misma interoperabilidad”. Hay que recordar que fue el propio Benito Neme quien en su comparecencia ante el Senado dijo que uno de los objetivos de CAPUFE es la interoperabilidad. Ahora lo niega y le echa la bolita a la SCT. Así que Gerardo Ruiz Esparza, su jefe, deberá responder por estos problemas.

 

 

  1. La carta dice que existe un “mínimo de fallas en la lectura de tags”. La evidencia empírica no lo respalda y se requiere una evaluación independiente para verificar el cumplimiento. En los últimos días he recorrido las autopistas México-Cuernavaca y Chamapa-Lechería resultando en fallas constantes de los lectores de tags al cruzar las casetas. También entrevisté a seis empleados de estas casetas sobre la eficiencia de los tags y las respuestas fueron unánimes: “Está peor que antes”.

 

Lo digo otra vez: Benito Neme nos ha tomado el pelo a los usuarios, como también lo hizo con los senadores y diputados.