BRUSELAS. El gobierno de Bélgica autorizó hoy el despliegue del ejército para “misiones específicas de vigilancia” en el país en el caso de amenazas terroristas.
La decisión forma parte de un paquete de 12 medidas anunciadas por el primer ministro, Charles Michel, un día después de una operación antiterrorista en la que se detuvo a 13 personas y murieron dos supuestos yihadistas acusados de planear un “atentado inminente” contra las fuerzas del orden.
“El ejército estará disponible para reforzar nuestro nivel de seguridad”, afirmó Michel en rueda de prensa, tras indicar que “de momento no se tiene conocimiento de que haya nuevas amenazas concretas y precisas”.
Entre las medidas se incluyen el aislamiento de detenidos extremistas en las prisiones para evitar que radicalicen a sus compañeros.
Además del refuerzo del intercambio de informaciones entre los distintos organismos de seguridad belgas y la activación de un mecanismo para identificar personas implicadas en la financiación de actividades terroristas.
También se amplió la posibilidad de recurrir a escuchas telefónicas de personas sospechosas de actividades de terrorismo o radicalismo, así como las condiciones para la retención temporal del documento de identidad o del pasaporte, y para la suspensión de la ciudadanía a quienes tengan doble nacionalidad.
En paralelo, Michel pidió a sus socios de la Unión Europea analizar nuevas medidas contra el terrorismo y el radicalismo durante una cumbre que tienen previsto para el 12 y 13 de febrero.
El tema será incluido en la agenda de la reunión que los ministros europeos de Asuntos Exteriores de los 28 países miembros de la Unión Europea celebrarán el lunes en Bruselas.
GH