Si México no supera los tres retos económicos importantes que según la Secretaría de Hacienda enfrenta el país para crecer, se corre el riesgo de que “el gozo se vaya al pozo”; de que los beneficios palpables de las reformas estructurales no se vean en esta administración, sino a mediados de la siguiente.

 

La percepción de los “catastrofistas” parece fortalecerse después de leer el último informe semanal de la dependencia que señala que las perspectivas para 2015 muestran que todavía enfrentaremos retos como un incremento en la aversión al riesgo por parte de los inversionistas internacionales, lo que aunado al esperado incremento de tasas en EU, generará el traslado de capitales hacia los bonos que emita ese país, por considerarse de menor riesgo.

 

El segundo reto que enfrentamos, dice Hacienda,  está asociado a la volatilidad en el mercado petrolero. Desde mediados del año pasado se comenzó a observar una profunda disminución en los precios del petróleo a niveles mínimos que no se presentaba desde 2009.

 

¡Si desde esa fecha sabían que los petroprecios se iban a desfondar por qué negociaron con el Legislativo un precio de referencia del crudo de 79 dólares por barril!, preguntan los analistas bisoños. Bueno, hay que entender que el 2015 es año electoral y ni modo de cancelar las ilusiones de millones de mexicanos.

 

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Finalmente, el tercer reto que enfrenta nuestra economía es una perspectiva de menor crecimiento a nivel mundial.

 

Pero no todo está perdido, México cuenta con lo que otras economías emergentes no tienen, dice Hacienda: estabilidad macroeconómica y perspectivas favorables de desarrollo en el mediano plazo derivadas de la agenda de reformas estructurales. En esta línea y para continuar impulsando el crecimiento económico de este país, el gobierno de la República ha establecido dos prioridades de política económica para este año: Mantener la disciplina fiscal y la estabilidad macroeconómica, e implementar, de manera completa y a tiempo, la agenda de reformas estructurales. Para quienes duden del éxito de las reformas, Hacienda recuerda que a la fecha se han logrado importantes avances. Por ejemplo:

 

En la energética, se ha cumplido con el calendario establecido el día de su promulgación, que incluía, entre otras actividades: adelantar la Ronda Cero para Petróleos Mexicanos, presentar la Ronda Uno, publicar reglamentos y la creación del Fondo Mexicano del Petróleo. Para este año continuará la implementación a través de las siguientes acciones:

 

El primer bloque de contratos se espera sea asignado en julio de 2015 e incluirá campos de aguas poco profundas, campos terrestres, campos maduros, campos de aguas profundas, y dependiendo de la evolución de los precios del petróleo se podrían incluir también campos no convencionales.

 

Se espera un incremento en la plataforma de producción de 2.35 millones de barriles diarios en 2014 a 2.4 millones de barriles diarios para 2015.

 

Se abrirá a la competencia la venta de gasolina y diésel y se dejará que sus precios de venta se determinen por el mercado. A partir del 2016 se abrirán las estaciones de servicios no franquicias de Pemex. A partir del 2017 se abrirá a las importaciones y el 1 de enero de 2018 se liberará el precio.

 

Por si lo anterior no fuera suficiente, en enero disminuyeron las tarifas eléctricas.

 

Por otro lado, la reforma hacendaria, presume Hacienda, logró un desempeño de los ingresos tributarios mejor de lo previsto, alcanzando un monto de 52 mil millones de pesos al mes de noviembre pasado.

 

Hacienda concluye que la correcta implementación de las reformas permitirá elevar la trayectoria de crecimiento económico. Ya lo dijo la OCDE: Si las reformas se implementan a plenitud podrían aumentar la tendencia del crecimiento del PIB per cápita anual en un punto porcentual durante los próximos 10 años. ¡Para qué preocuparse, pues!