BARCELONA. En un partido atípico para dos equipos acostumbrados a librar altos duelos goleadores en sus cruces directos, el Barcelona necesitó un tardío gol del argentino Lionel Messi para vencer 1-0 al Atlético de Madrid por la Copa del Rey el miércoles, pero dejó abierta la eliminatoria de cuartos de final para el partido de vuelta, dentro de una semana en feudo madrileño.
El tanto de Messi llegó a los 85 minutos, fruto de un penal sobre Sergio Busquets airadamente protestado por el equipo que dirige el argentino Diego Simeone y que el astro falló en primera instancia, pero pudo remachar para su 29na diana de la temporada.
Con el Real Madrid ya eliminado en octavos a manos del Atlético, ambos conjuntos afrontan el torneo con el camino teóricamente más llano para la reconquista de un título que los rojiblancos ganaron por última vez en 2013 y los barcelonistas, en 2012.
El Barsa ya venció al equipo rojiblanco 3-1 en el estadio Camp Nou hace 10 días por la 18va fecha de la liga, pero en esta ocasión no contó con la inspiración suprema de Messi y no logró repetir el convincente resultado en la copa ante un rival que apenas ha concedido dos derrotas en sus últimos ocho enfrentamientos con los azulgranas.
Salvando la presencia del alemán Marc-André ter Stegen en el arco en lugar del chileno Claudio Bravo, Luis Enrique se la jugó con el mismo once que derrotó al Atlético en la liga, mientras que Simeone también dio la alternativa a Jan Oblak bajo palos, dejó a Mario Mandzukic en la banca y apostó por la delantera que tumbó al Madrid en la anterior eliminatoria: Fernando Torres y Antoine Griezmann.
Ambos equipos parecieron intercambiar estilos en la primera mitad. El Atlético jugando más en ataque estático que de costumbre, llegando por la banda izquierda con las subidas del lateral Siqueira; el Barsa, recurriendo a menudo al contragolpe en busca de los desmarques de Neymar y el uruguayo Luis Suárez, con Messi escorado a la banda derecha, desde donde ejercía de lanzador y se incorporaba a la segunda jugada.
Incisivo también en diagonales desde el flanco opuesto, Neymar rompió el hielo con una comba desde el balcón del área que forzó la primera intervención, acertada, de Oblak. Messi se infiltró luego en al área en complicidad con Dani Alves e Ivan Rakitic, cuyo cruce remató de diestras ligeramente desviado, y el Atlético tomó nota ampliando el cerco sobre el rosarino.
Ello abrió espacios en el área para Suárez y también desahogó a Rakitic en el mediocampo, mientras que los colchoneros poco a poco empezaron a reconocerse en la proliferación de jugadas a balón parado, aunque solo lograron inquietar en un disparo lejano de Arda Turan y un cabezazo desviado de Griezmann a centro de Siqueira.
Con Messi de señuelo en la banda, la mejor ocasión la tuvo el Barsa en botas de Suárez tras una sutil dejada de Rakitic, pero el uruguayo evidenció una vez más su desencuentro con el gol, empalmando apresuradamente de zurda por encima del travesaño desde el área chica.
Buscando frescura en vanguardia, Simeone relevó a Torres por Mandzukic en la reanudación, pero su equipo se replegó aún más, invitando al Barsa al paciente asedio. Los azulgranas aceleraron la circulación de la pelota, pero no encontraron grietas en la zaga visitante y sí constante interrupción del juego por parte del Atlético.
Irritados por la actuación arbitral y trabados por las tres trincheras que plantó el cuadro colchonero en su propia cancha, los barcelonistas desesperaron hasta encontrar el premio del penal en una acción a balón parado en que Busquets cayó en el área. Messi asumió la responsabilidad y disparó con potencia, estrellando el lanzamiento en la mano extendida de Oblak, pero acudió instintivo a remachar el rechace, anotar el tanto del triunfo, en inclinar la eliminatoria del lado azulgrana.
En otros partidos coperos, Bruno Soriano anotó el gol del victoria del Villarreal, 1-0 sobre el Getafe, y el Athletic de Bilbao y Málaga igualaron 0-0.
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