La producción de documentales vive un momento histórico en México, con cada vez más cineastas que se adentran en este género para contar esas historias que no caben en el cine comercial, pero merecen ser descubiertas.

 

Muestra de ello es la reciente nominación a los premios Óscar del nicaragüense Gabriel Serra por su cortometraje “La Parka”, hecho en México como parte de un taller de un máster que el cineasta estaba realizando en el Centro de Capacitación Cinematográfica.

 

“El documental es un género que a mí me gusta mucho porque es bastante libre en temas de lenguaje y de temática” y “es un medio muy interesante para poder expresar y contar” esas “grandes historias que no se están contando”, explicó a Efe Serra.

 

En su corto documental, habla sobre la muerte a través de la historia de un hombre, apodado “la Parka”, que trabaja en un matadero de reses que surte de carne a muchos comercios de la capital mexicana.

 

“Para un joven es más fácil y más económico hacer un documental, porque te puedes ir con un equipo de dos o tres personas, en lugar de hacer un largometraje con todas las escenografías, los sets…”, dijo a Efe la directora del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), Daniela Michel.

 

A la sección de documentales de este festival, uno de los más importantes de México, cada vez se inscriben “muchos más y mejores” documentales, en gran parte porque “hay un pensamiento crítico y hay unas excelentes escuelas de cine”.

 

“Creo que es un momento muy importante del cine mexicano en general y el documental está viviendo una excelente salud”, ya que “México es un país tan extraordinariamente rico, tan diverso, tan maravilloso, tan fascinante”, algo “muy importante para cualquier cineasta que vive aquí”.

 

Elena Fortes es la directora del festival Ambulante, uno de los más relevantes en el género documental, que arrancará su décima edición el próximo 29 de enero. Durante tres meses se exhibirán un total de 140 títulos internacionales en más de una treintena de municipios de once estados mexicanos.

 

En una entrevista con Efe, Fortes confesó que está convencida de que hoy el documental en México vive su mejor momento; como muestra, el auge de distintos festivales enfocados exclusivamente a este género, entre ellos el DocsDF.

 

“En cuanto a producción, ha crecido mucho y los documentales mexicanos en distintos años han sido mucho más exitosos que algunas de las ficciones”, agregó.

 

Además de la más fácil accesibilidad a la tecnología para producir, Fortes considera que este auge se debe a que “ha habido una polémica importante en torno a la manipulación de la información en los medios principales” y eso ha generado la necesidad de “ofrecer otras perspectivas de lo que está pasando en el mundo”.

 

“Son las historias que no se están contando y tienen esa salida a través del documental y de festivales como Ambulante”, agregó.

 

Así, Fortes cree que en 2015 habrá muchos documentales sobre los 43 estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre pasado en la ciudad mexicana de Iguala a manos de policías y miembros del crimen organizado.

 

“Va a ser un año en el que el documental, en general, va a estar enfocado en este conflicto que estamos viviendo”, ya que “el cine sí es una ventana que puede permitir un diálogo”, comentó.

 

Pese al auge de este género, en México todavía “hace falta dar el paso al mercado internacional” y “trabajar para capacitar una clase de productores especializados en documentales”, que “tengan más presente qué audiencia es la que buscan”.

 

Es necesario estudiar cómo vender la película en el mercado internacional y cómo se puede realmente activar una industria que sea redituable.

 

“Hay que trabajar para que les permitan tener unos ingresos para seguir produciendo” porque, de lo contrario, seguirán dependiendo de los fondos, explicó Fortes.

 

GH