En un país en donde está prohibida la venta de armamento al público en general y por ende el tráfico de las mismas, los criminales se arman al por mayor y no con cualquier cosa: sobre las pistolas prefieren los fusiles de asalto, la mayoría provenientes de Estados Unidos aunque también los hay de Asia y Europa.
Datos actualizados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) respecto al combate al narcotráfico, pone en evidencia el perfil del armamento que tienen los delincuentes.
Del 1 de enero al 31 de diciembre de 2014, el Ejército arrebató a los delincuentes seis mil 369 armas de fuego en el país, de las cuales cuatro mil 218 fueron armas largas y dos mil 151 armas cortas. Es decir, por cada pistola asegurada se decomisaron dos armas largas.
En el balance de lo que va del sexenio, de diciembre de 2012 a diciembre de 2013, la proporción es la misma: un total de 11 mil 245 armas largas encontradas frente a cinco mil 666 armas cortas.
Los datos de la SEDENA no distinguen el tipo de armamento sin embargo, las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), a partir del armamento asegurado, revelan que en el tema de las armas largas casi la mitad de ellas son fusiles de asalto calibre 7.62 por 39.
El modelo más común de armamento que utiliza ese calibre son los rifles AK-47 Kalashnikov, conocidos como “cuernos de chivo”, populares desde hace varios años entre los cárteles del narcotráfico, pero también entre terroristas. Fueron estos fusiles los usados en el ataque al semanario francés Charlie Hebdo.
Los otros dos tipos de armas largas que los militares han decomisado con mayor frecuencia son las del calibre .223 característico de rifles AR-15, así como las armas de munición 5.56 que es el calibre usado por las armas de los ejércitos de la OTAN.
Armamento foráneo
De acuerdo con las indagatorias federales prácticamente todas las armas de alto poder en el país provienen del extranjero, y 7 de cada 10 de ellas vienen de las armerías o el mercado negro de Estados Unidos.
Para muestra un botón. Apenas en noviembre pasado la Sedena descubrió dos depósitos clandestinos de armamento en la frontera de Reynosa con Texas y en donde estaba ocultas 76 armas largas incluyendo fusiles de asalto, lanzagranadas y rifles francotirador.
Aunque menos frecuente, las indagatorias también han evidenciado que las armas no sólo provienen de EU. Como 24 HORAS publicó el 24 de enero de 2014, tan sólo en Michoacán se descubrió la llegada de armamento a través del puerto de Lázaro Cárdenas proveniente de Turquía. Se ha encontrado armamento incluso manufacturado en China.
Granadas a granel
En 2014, según los datos de la Sedena, fueron aseguradas 645 granadas en el país, con lo que ya suman más de dos mil en lo que va del sexenio. Se trata en promedio de dos a tres granadas aseguradas en México cada 24 horas, sin contar las que decomisan otras fuerzas federales o estatales.
Hay granadas de todo tipo. Desde las de humo o de gas pimienta, hasta las incendiarias o incluso de guerra, como las de fragmentación. También municiones para lanzagranadas de diverso calibres.
En octubre pasado un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) permitieron el ingreso de miles de aditamentos para la fabricación de granadas de fragmentación a México desde el 2006 con el fallido objetivo de rastrearlas hacia los cárteles del narcotráfico.
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