Ante el inminente recorte al gasto, lo recomendable es que la Secretaría de Hacienda haga el anuncio en febrero para mandar un mensaje de certidumbre al mercado.

 

“Si yo fuera el secretario de Hacienda y Crédito Público haría el anuncio de recorte en febrero para tranquilizar el mercado y hacerle frente a la volatilidad”, afirmó Héctor Juan Villarreal Páez, presidente del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

 

“Pero el gobierno se siente débil políticamente por los sucesos de violencia, y puede temer que se le contamine con el proceso electoral, pero se la pueden llevar quien sabe hasta cuándo”, señaló el analista quien recordó que ya desde noviembre se hablaba de tesorerías con muy poco recursos, y de alguna manera afectaron a diferentes proyectos y gastos, pero con el efecto de diciembre se olvidó todo.

 

Al respecto, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), indicó que “si finalmente se decide disminuir el gasto de inversión, es muy probable que se dificulte elevar el ritmo de crecimiento del producto interno bruto (PIB), afectando también la generación de empleos y bienestar de la población”.

 

El órgano encargado de realizar investigación al sector privado dice que uno de los principios debe ser no afectar el rubro que históricamente ha sido utilizado como cuenta de ajuste, que es el de inversión pública, bajo el argumento de que la iniciativa privada podría aplicar para diversos proyectos públicos.

 

“La situación se ve complicada, además de un periodo electoral en el que regularmente se hacen gastos excesivos de campaña, podrían ser el preámbulo para que el recorte del gasto sea en la segunda mitad del año”, señala el CEESP.