La construcción de un doble túnel de unos 20 metros de profundidad y de mil 800 metros de longitud en avenida Río Mixcoac, al cruce con Insurgentes Sur, podría impactar en la eventual planificación de la Línea 10 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
El Plan Maestro del Metro y Trenes Ligeros, emitido en 1996, contempla la construcción de la Línea 10 desde Eulalia Guzmán, en Tlatelolco, hasta Cuicuilco, en Tlalpan, corriendo por debajo de Insurgentes y sin desviarse de esa avenida, salvo para librar la Glorieta de Insurgentes.
Dicho documento, que plasma la proyección del crecimiento de la red del Metro con un horizonte contemplado a 2020, plantea que la Línea 10 tendría una extensión de 18.6 kilómetros y transportaría a un millón 32 mil 382 usuarios diariamente, mientras que se estima que el doble túnel beneficie a unos 100 mil automovilistas.
Pero justo al cruce con Río Mixcoac, donde la Línea 10 tendría su estación Plateros, el Gobierno capitalino ya inició la construcción de lo que será un doble túnel con una longitud de casi dos kilómetros, para agilizar la circulación sobre Circuito Interior, esto como parte de las acciones de rehabilitación integral de esa vía.
La inversión del deprimido es de mil 426 millones 867 mil 991 pesos, cifra que representa el 20% del total de los recursos del proyecto de rehabilitación del Circuito Interior, que es de seis mil 500 millones de pesos e incluye el mantenimiento de la vía hasta 2025 por parte del consorcio Operadora y mantenedora del Circuito Interior.
Este diario buscó una postura de la Sobse para conocer las previsiones que se tomaron respecto a la construcción del deprimido y su eventual impacto en la Línea 10 del Metro, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta, pues de acuerdo con la dependencia se trata de un proyecto en desarrollo y con alcances hasta 2020.
El mega túnel será construido por el consorcio Operadora y Mantenedora del Circuito Interior S.A de C.V bajo un esquema de Proyectos para Prestación de Servicios (PPS), en los que el consorcio constructor, liderado por Grupo Gami, hará los trabajos con recursos y el Gobierno capitalino lo cubrirá a anualidades.
Contrasentido de la movilidad
Sin embargo, Roberto Remes, experto en movilidad y director de Ciudad Humana, considera que la construcción del macro túnel muestra una falta de planificación a largo plazo por parte del GDF, pues el hecho de colocar un deprimido donde debería pasar la Línea 10 podría encarecer los costos de construcción, además de que la obra vial beneficiará sólo al 10% de los beneficiarios de una nueva ruta de transporte masivo.
En entrevista con 24 HORAS, Remes señaló que el proyecto del deprimido “deja dudas sobre la previsión que tenga el Gobierno de la Ciudad de México sobre una obra que se proyectó para este sitio hace casi 20 años que es la Línea 10”.
Señaló que la construcción del doble túnel podría superar los 20 metros de profundidad, por lo que la Línea 10 del Metro, cuando sea construida, deberá estar por encima de los 30 metros de profundidad, lo cual elevará los costos de la obra y complicará el acceso y descenso de los usuarios.
“En la esquina de Río Mixcoac e Insurgentes estaría la estación Plateros, por lo tanto para sacar a la gente implicaría el uso de cinco escaleras eléctricas o un sistema de elevadores muy complejo, entonces ya le van dificultando al usuario el uso del transporte público”, advirtió.
El julio de 2014, el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera promulgó la Ley de Movilidad, que coloca al peatón y al usuario del transporte público como los principales eslabones de la movilidad urbana, dejando al usuario del automóvil como el elemento de menor prioridad.
En ese sentido, Remes advirtió que con la construcción de una obra como la del deprimido de Mixcoac, el usuario del transporte público resulta más golpeado, pues la construcción sólo va a beneficiar a los automovilistas, “en contrasentido a la filosofía que vienen pregonando de la Ley de Movilidad que con ningún acto la están cumpliendo”.
Datos de la Secretaría de Obras y Servicios del Distrito Federal, encargada del proyecto del doble túnel en Río Mixcoac, indican que con esta obra la circulación en Circuito Interior no se verá interrumpida por los semáforos ubicados en Insurgentes Sur, por lo que el tránsito será continuo a lo largo de 34 kilómetros.
Acusan opacidad y ecocidio
Por otra parte, vecinos de unas 10 colonias que resultarían afectadas por las obras han acusado opacidad en el proyecto, pues han solicitado información al respecto pero, aseguran, ésta les ha sido negada por la Secretaría de Obras.
En respuesta, la dependencia informó que ha “participado en ocho reuniones para exponer el proyecto del doble deprimido que se construirá en Río Mixcoac, al cruce con Insurgentes”, en las cuales han participado el director general de Proyectos Especiales, José Castro; el director encargado del proyecto, Ricardo Olvera, y funcionarios de la Secretaría de Gobierno.
Los vecinos también han acusado que como resultado de la construcción del macro túnel, cerca de mil árboles plantados en el camellón de Río Mixcoac serán derribados y en su lugar se colocarán sólo macetones y espejos de agua.
24 HORAS dio a conocer el jueves pasado que la Dirección General de Proyectos Especiales (DGPE) de la Sobse deberá pagar cuatro millones 684 mil 56 pesos al Fondo Ambiental Público del Distrito Federal por el derribo de 855 árboles y el trasplante de 89.
Necesario aval de conagua
La construcción del deprimido de Río Mixcoac al cruce con Insurgentes Sur debe contar con la autorización de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ya que la obra se realizaría a unos metros de un río entubado que es de cauce federal.
Así lo consideró el ex director de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, quien se ha acercado a los vecinos de la zona para asesorarlos en materia hidrológica, jurídica y ambiental.
Luege explicó que aunque los ríos del Distrito Federal están bajo la responsabilidad del gobierno local, estos no pierden la condición de cauce federal, por lo que la Conagua “tiene que verificar el proyecto y revisarlo antes de que empiecen las obras”.
“Aquí lo hacen todo al revés, ya están empezando la obra, no conocemos el resolutivo de impacto ambiental, vemos que no hay ninguna gestión ante la Conagua y la información confirma que tumban todos los árboles”, criticó el ex funcionario federal en entrevista.
Puntualizó que hará un llamado a la Conagua, y que va “a intervenir, voy a participar con ellos (los vecinos) ante la Conagua porque los conozco y porque espero que respondan positivamente en contra de este proyecto”.
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