La comparecencia de México ante el Comité de la ONU contra las Desapariciones Forzadas (CED, por sus siglas en inglés) dejó más dudas que certezas, luego de que la delegación mexicana no pudiera dar cifras oficiales sobre cuántas desapariciones forzadas se contabilizan en el país.
En la sesión celebrada en el Palacio Wilson, en Ginebra, Suiza, los relatores del CED, Luciano Hazan y Rainer Huhle, cuestionaron en repetidas ocasiones a los integrantes de la delegación mexicana sobre los registros oficiales de desapariciones forzadas, obteniendo datos aislados que poco satisficieron las inquietudes del Comité.
La titular de la Subprocuraduría de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios de la Comunidad, de la Procuraduría General de la República, Eliana García Laguna, dio algunos datos duros al contestar que se trabaja en la localización de 11 mil 309 personas desaparecidas, de acuerdo con registros que abarcan desde el 1 de diciembre de 2012 hasta el pasado 31 de octubre, pero no precisó si se trataba de casos de desapariciones forzadas, trata de personas o cualquier otro delito; además, aseguró que se habían localizado a 18 mil personas, “lo que era el 69%”, sin explicar de qué cifra.
El CED entregó un cuestionario a la delegación mexicana que deberá de responder en 48 horas, aunque podrían surgir más dudas, ya que este martes, en punto de las 10 horas locales (tres de la mañana, tiempo del centro de México) será la segunda audiencia con la presencia de 27 representantes mexicanos del Poder Ejecutivo, la Cámara de Diputados y de la Confederación Nacional de Gobernadores.
Las respuestas se integrarán al Informe Final del Comité, que hará público el 13 de febrero próximo cuando clausure la reunión 2014 del CED.
Esta es la primera vez que México comparece ante el CED, el cual es un Comité integrado por 10 expertos independientes y de diferentes nacionalidades que analizan los informes presentados por los 44 Estados que han ratificado la Convención internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas.
Dentro de sus facultades está el de escuchar no sólo a los representantes de los Estados, sino de la sociedad civil
que presenten sus propios informes. En el caso de México, uno de los organismos que asistió a Ginebra fue la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para dar su propio diagnóstico.
“La impunidad que la sociedad advierte y los altos niveles de violencia e inseguridad que se viven ocasionan que los derechos humanos sean vistos más como una situación meramente discursiva o teórica, que como un aspecto práctico y real”, aseguró el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez.
También estuvieron presentes Hilda Legideño y Bernabé Abraján, dos de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, quienes después de la comparecencia señalaron que el Estado mexicano ha sido omiso en el caso.
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