¡Grande Corona; Pinto con Flores, Rodríguez y Domínguez! No es una oración común y corriente, y mucho menos metafórica. Es literalmente el tamaño al que se ha mostrado la defensa de Cruz Azul hasta la fecha cuatro del campeonato: ¡grande! Lo dicen los números: cero goles recibidos en 360 minutos disputados, todo un récord para la institución cementera que ya superó aquellos 323 minutos que en 1998 se presumía como la máxima cantidad de tiempo sin ir a recoger la de gajos a su portería.

 

El arquero que cuidaba los postes azules en aquel año era el mítico Óscar Pérez, hoy aún en activo con Pachuca, y, curiosidades del deporte de las patadas, en el banquillo dirigía el mismo hombre que hoy se sienta cada fin de semana: Luis Fernando Tena, que cabe decir, también fue el último que pudo llevar a levantar un título de Liga a los cementeros.

 

Hoy, Luis Fernando presume un muro infranqueable en la conjunción de José de Jesús Corona en el arco, resguardado en la zaga con Gerardo Flores y Fausto Pinto, en las laterales; Julio César Domínguez y Francisco Javier Maza Rodríguez, en la central. Una línea que no han podido superar en lo que va del campeonato las artillerías de Pachuca, Santos, Veracruz y Puebla, y ahora lo intentará la del alicaído Monterrey en el estadio Azul, por lo que Cruz Azul, parece tiene a su alcance acumular hasta 450 minutos sin recibir anotación.

 

¿Cómo explicar el éxito de la zaga celeste, cuando apenas el semestre pasado perdió por lesión al central Amaranto Perea, trascendental en el parado defensivo de los cementeros? Con Maza.  Francisco Javier Rodríguez llegó a Cruz Azul en pleno tercer aire para hacer de la última línea del equipo de Tena una fortaleza.

 

Y es que a sus casi 34 años, Rodríguez, quien parecía listo para empezar su etapa descendente en el futbol mexicano, se ha confirmado como líder de la zaga azul. Es indiscutible en el esquema del Flaco Tena y todo un guerrero que guía a Domínguez, Flores y Pinto.

 

No es poca cosa lo que ha conseguido el Maza en el futbol mexicano y lo que aún puede lograr. Campeón con Chivas en 2006 y América en 2013, en caso de levantar un trofeo de Liga con Cruz Azul, se estaría convirtiendo en el único futbolista capaz de salir campeón con los tres equipos más grandes del país, sin descontar, que ayudaría a romper la malaria celeste que los tiene sin títulos desde hace casi 18 años.

 

Es la clave en el muro azul. Corona, un arquero considerado por muchos el mejor de México. Un lateral de calidad probada en su etapa con Pachuca como Fausto Pinto, junto a una de las promesas más valiosas de la cantera azul: Gerardo Flores, acompañados por un canterano consolidado como julio César Domínguez, coronados por el liderazgo de Francisco Rodríguez: una muralla que promete.