Con la presencia de amigos, distintas personalidades y miles de aficionados, el exboxeador Julio César Chávez fue homenajeado en Culiacán, Sinaloa donde develaron una estatua en su honor.
En el Parque Revolución está la efigie de tres metros y medio de altura, más 2.5 metros de base, sitio al que acudió el campeón del mundo en tres diferentes divisiones, rodeado de la gente que lo quiere y lo idolatra.
Aunque le faltó don José Sulaimán, fallecido el año pasado, estuvieron el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán, y el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez.
“Viva México, viva Sinaloa”, dijo el gobernador, quien destacó la trayectoria del boxeador, además de reconocer a la mamá de Julio, “usted tiene mucho mérito. Hoy es un día de fiesta para Culiacán, para todos”.
También estuvieron rivales como Mario “Azabache” Martínez y Rubén Castillo; sus amigos como los exboxeadores Ricardo López, Humberto González, Fernando Montiel, el promotor estadunidense Don King, el Hijo del Santo y el técnico de la selección de futbol, Miguel Herrera, entre otros.
Julio tomó el micrófono y se dijo nervioso, pero con el paso de los minutos “agarró” confianza y se divirtió con comentarios para sus invitados, como cuando habló de la “Chiquita” González, al que siempre le tuvo miedo el “Finito” López.
Contento y emocionado, prometió una exhibición con careta en el Parque Revolución, donde miles me aplaudieron los casi 10 minutos al micrófono, antes de que transmitieran un video con palabras de su hijo Julio César Chávez Jr., quien no pudo estar presente.
Sulaimán Saldívar se mostró satisfecho del homenaje en vida a la leyenda del boxeo y del apoyo que brinda a este deporte el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez.
“Es algo que pocos logran, un momento como éste es raro en vida, habla de la grandeza de la ciudad, del estado, comprometidos con el deporte; es especial, hay que reconocer, pocos tienen la oportunidad de quedar para la eternidad”, dijo.
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