LONDRES. El líder de la oposición laborista británica, Ed Miliband, calificó de “sospechoso” al primer ministro, David Cameron, por su cercanía con el expresidente del banco HSBC Stephen Green, que ejerció como secretario de Estado de Comercio e Inversión en el Reino Unido tras abandonar la entidad.
Durante la sesión semanal de preguntas y respuestas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, Miliband criticó al líder conservador por no aclarar si llegó a abordar con Green la cuestión de las cuentas secretas en la rama suiza del banco.
“¿Espera que nos creamos que, durante sus tres años como secretario de Estado, nunca hablaron sobre lo que estaba pasando en el HSBC?”, cuestionó el laborista, que recordó que en 2011 ya estaba en marcha una investigación sobre presuntas prácticas para evadir impuestos en la entidad.
Green presidió el banco entre mayo de 2006 y diciembre de 2010, el periodo en el que el HSBC permitió que clientes de la rama suiza evadieran impuestos, según los documentos conocidos como lista Falciani, que han permitido identificar a 106 mil titulares de cuentas opacas que poseían más de 100 mil millones de dólares.
Cameron se defendió de las acusaciones al asegurar que se siguieron “todos los procesos pertinentes” para nombrar a Green secretario de Estado y que consultó antes con todos los estamentos necesarios.
“Consulté con el secretario del Gabinete, con el director del comité para la Corrección y la Ética y, por supuesto, la comisión de nombramientos de la Cámara de los Lores que escruta los asuntos fiscales individuales de cualquiera antes de dar su visto bueno”, dijo Cameron.
Miliband, por su parte, acusó además a los conservadores de haber aceptado más de cinco millones de libras (120 millones de pesos) por parte de clientes con cuentas en la rama suiza de la entidad británica.
“Aceptó el dinero, le otorgó un cargo al responsable del banco y dejó que los evasores de impuestos se salieran con la suya. Hay algo podrido en el corazón del Partido Conservador y es usted”, le espetó Miliband a Cameron.
El premier conservador respondió por su parte que los laboristas “se sentaron durante trece años en el ministerio de Economía y no hicieron absolutamente nada por la transparencia ni contra la evasión de impuestos”.