NACIONES UNIDAS. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy una resolución que intenta cortar las fuentes de financiación del Estado Islámico (EI) y de otros grupos yihadistas y recuerda la necesidad de congelar sus fondos.

 

La resolución, número 2199, recoge pronunciamientos anteriores de Naciones Unidas orientados a impedir, por ejemplo, que el EI obtenga ingresos por el petróleo que vende y que extrae de los yacimientos de Irak que están bajo su control.

 

En la resolución, aprobada por los quince miembros del consejo, se condena la “participación en el comercio directo o indirecto”, en particular de petróleo y derivados, con el EI, el frente sirio Al Nusra, próximo a Al Qaeda, y otros grupos radicales.

 

El Consejo también reafirma que los estados miembros de la ONU deben cerciorarse de que sus ciudadanos no pongan sus activos o sus recursos económicos a disposición de estos grupos, insistiendo en la comercialización de petróleo y derivados.

 

La resolución recuerda otra anterior aprobada el año pasado en la que se obliga a los estados a “congelar sin demora” los fondos financieros y otro tipo de recursos económicos del EI, Al Nusra y otros grupos yihadistas.

 

También “reconoce la necesidad de adoptar medidas para prevenir y reprimir la financiación del terrorismo, los terroristas y las organizaciones terroristas, que incluye la utilización de ingresos derivados de la delincuencia organizada”, incluido el narcotráfico.

 

El consejo resalta su preocupación por el hecho de que el EI y otros grupos utilicen aeronaves, buques o vehículos terrestres que tienen su origen o destino en zonas de Siria e Irak donde operan estos grupos y que se destinan al transporte de crudo y derivados.

 

“Todos los estados deberán velar por el enjuiciamiento de toda persona que participe en la financiación, planificación, preparación o comisión de actos de terrorismo o preste apoyo a esos actos”, agrega el documento.

 

La resolución condena también el secuestro y toma de rehenes de estos grupos para obtener fondos o concesiones políticas, entre otros objetivos, y alerta sobre el uso de servicios bancarios de parte de estas organizaciones terroristas.

 

El documento del Consejo de Seguridad recuerda la necesidad de evitar el flujo de armas a estos grupos que operan en Irak y en Siria y alerta sobre la proliferación de armamentos que incluyen misiles portátiles tierra-aire.

 

Pero también alerta sobre la destrucción del patrimonio cultural en los dos países, “en particular la destrucción selectiva de sitios y objetos religiosos”, y los ingresos que están generando los grupos terroristas por el saqueo y contrabando de estos bienes.

 

Durante la sesión, varios representantes de países con asiento en el consejo ensalzaron la resolución aprobada hoy, aunque, en el caso de Estados Unidos, su representante, Samantha Power, dijo que habría preferido que hubiera ido más allá.

 

Power dijo que a su país le habría gustado que la resolución incluyera también un rechazo del Gobierno de sirio Bachar al Asad, y se negó a aceptar que la comunidad internacional “sea socia” del régimen de Damasco para derrotar el terrorismo.

 

El representante de Rusia, Vitaly Churkin, por su parte, destacó que el hecho de que la resolución se haya aprobado unánimemente por el consejo “muestra claramente la necesidad de un esfuerzo colectivo” para cortar las fuentes de financiación del terrorismo.  DM