WASHINGTON. Reconociendo los problemas que enfrentan los veteranos de guerra de Estados Unidos, el presidente Barack Obama promulgó este jueves una ley que tiene por fin reducir el alto índice de suicidios que diariamente cobran la vida de soldados y ex militares.
«Si alguien está sufriendo, debe saber esto: No han sido olvidados», dijo Obama mientras se preparaba para firmar la ley en medio de un inusual encuentro bipartidista en la Casa Blanca.
La ley, que recibió un enorme apoyo de republicanos y demócratas, exige que los programas de prevención de suicidio del Pentágono y del Departamento de Asuntos de Veteranos sean evaluados todos los años por una entidad independiente, y que la información sobre prevención de suicidios esté fácilmente al alcance de los veteranos de guerra.
La legislación lleva el nombre del ex infante de Marina Clay Hunt, quien a sus 28 años luchaba contra el estrés postraumático tras combatir en Irak y Afganistán. Hunt se suicidó en 2011 en Texas.
«El sufrió heridas físicas que sanaron, y sufrió heridas invisibles que permanecieron con él», dijo Obama. «Según cuentan fue una persona abnegada, y fue valiente».
La ley también ofrece estímulos económicos para psiquiatras y otros especialistas en salud mental que accedan a trabajar para el Departamento de Asuntos de Veteranos y ayuden a militares en su transición de la vida en servicio a su condición de veterano. Un estudio realizado por el Departamento en 2013 reveló que los suicidios entre veteranos de guerra se registraban en un promedio de 22 al día en 2010, y cerca de 70% de ellos eran de personas de 50 años o menos. La incidencia de estrés postraumático entre los soldados que regresan de Irak y Afganistán también ha llamado la atención.
«Demasiados de nuestros soldados y veteranos de guerra siguen luchando», indicó Obama. «Se recuperan de heridas; lloran la muerte de sus compañeros caídos; están tratando de reconectarse con su familia y amigos que nunca podrán comprender completamente por lo que ellos pasaron en un escenario de guerra».
«Para muchos de ellos, la guerra continúa en los recuerdos y en las pesadillas que no desaparecen», lamentó el presidente.
Integrantes de la familia de Hunt también estuvieron presentes en la ceremonia, al igual que uno de sus amigos más cercanos, Jake Wood, quien fue el encargado de presentar a Obama.
«Los padres de Clay son republicanos de Texas, no se trata de republicanos comunes y corrientes», dijo Obama. «Y colaboraron con todo el espectro —conservadores, liberales— y esto es sólo un recordatorio de lo que podemos lograr cuando dejamos a un lado la disputa partidista que tanto domina en esta ciudad».
DEC