NUEVA YORK. El espectáculo del Juego de Estrellas ha llegado a la helada Nueva York.

 

Tras varios años de realizarse exclusivamente en ciudades de clima templado en el sur y oeste, el espectáculo de mitad de temporada ha regresado a la gélida Gran Manzana, donde la persona más popular el viernes en el hotel que aloja a los jugadores no fue LeBron James o Stephen Curry, sino el individuo que servía chocolate caliente en el vestíbulo.

 

A los jugadores les encanta Nueva York y están ansiosos porque se levante el telón el domingo en el Madison Square Garden. Sin embargo, las brillantes luces de la gran ciudad no elevan las temperaturas bajo cero.

 

“Nueva York está helado. Pero es lindo, está bien”, dijo Dwyane Wade, de Miami. “Sentí que el Juego de Estrellas debía estar en Nueva York un año de estos. Desde que he estado en la liga, ya son 12 años, no habían traído el juego a Nueva York y eso es sorprendente, pero qué bueno que ya lo hicieron. Es una sensación diferente el estar en Nueva York”.

 

Wade está lesionado y no jugará el domingo, pero quienes sí lo harán señalan que será una noche especial porque el partido se llevará a cabo en uno de sus escenarios predilectos.

 

“Será el mejor Juego de Estrellas para mí, porque será en el Garden”, dijo James. “Amo a mis seguidores en Cleveland. Amé a mis aficionados cuando estuve en Miami. Pero si pudiera jugar 82 partidos en el Garden, lo haría, porque es la meca del basquetbol. Hay una gran sensación cuando estás por acá porque hay demasiada historia. Será divertido”.

 

El Juego de Estrellas no había estado en Nueva York desde 1998, el último para Michael Jordan con los Bulls de Chicago y el primero de tantos para Kobe Bryant y Tim Duncan. La NBA optó después por sitios con clima menos inclemente en febrero. Ciudades como Houston y Nueva Orleáns lo han albergado varias veces en los últimos años.

 

Pero cuando el Garden se sometió a una remodelación de tres años y el Barclays Center en Brooklyn fue construido, por un precio total de 1.000 millones de dólares, la liga decidió que ambas sedes compartirían los honores este fin de semana. El Juego de Estrellas Emergentes y el Sábado de Estrellas se realizarán en casa de los Nets, mientras que el duelo estelar se disputará en la arena de los Knicks.

 

Los jugadores llegaron bajo un frío que calaba los huesos y con la posibilidad de nevadas el domingo. DeMarcus Cousins, pívot de los Kings y quien habitualmente pasa la pausa del Juego de Estrellas en su casa de Alabama, utilizó su gorro de invierno dentro de la sala de conferencias en el hotel.

 

Carmelo Anthony, de los Knicks, no estaba preocupado por mostrarles a los otros jugadores la ciudad porque “de todas maneras nadie quiere estar en este frío”.

 

“Escuchas a otras personas que vienen de climas fríos y que se quejan del frío”, agregó.

 

Un ejemplo es Wade, quien creció en Chicago y jugó en la universidad de Marquette, en Milwaukee. Es por lo tanto una especie de experto en frío.

 

“Hace frío, pero en Milwaukee hace FRÍO”, comentó.