BUENOS AIRES. Enfrentada a una petición de imputación por presunto encubrimiento a terroristas, la presidenta argentina, Cristina Fernández, subrayó su disposición a “aguantar” lo que sea necesario, mientras desde el gobierno continuaron su embestida contra la Justicia por ese caso.

 

Por segundo día consecutivo, Fernández encabezó un acto público sin referirse a la solicitud de imputación que realizó el fiscal Gerardo Pollicita ante la Justicia, el pasado viernes, a raíz de la denuncia presentada por el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de morir en extrañas circunstancias.

 

“Los que se siguen asombrando cómo aguanto todo lo que tengo que aguantar, les digo que aprendí acá, en la Patagonia, con el viento, con el frío, con la nieve, con el olvido”, dijo hoy Fernández durante la inauguración de un hospital en la localidad sureña de El Calafate (provincia de Santa Cruz).

 

“Somos más importantes que los reflectores, somos más importantes que las cámaras, que lo que pueda decir un diario”, manifestó la mandataria emocionada, al final de su discurso.

 

Desde el gobierno, el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, sostuvo que la petición de imputar a la presidenta, al canciller Héctor Timerman y a varios colaboradores kirchneristas forma parte de “una maniobra de un sector del Poder Judicial”.

 

Para Kicillof, “en un año electoral hay una apuro por sacar causas de la galera (sombrero)” y “hay fiscales y jueces dispuestos a hacer el juego de enlodar ante la sociedad a los funcionarios del gobierno, más allá de que estos juicios por ahí llevan años y no se resuelven nunca, pero generan títulos de diarios”.

 

“Yo también tengo denuncias penales en contra, tal vez me llamen y me imputen”, señaló.

 

Pollicita pidió al juez Daniel Rafecas imputar a Fernández, al canciller Timerman y varios colaboradores por presunto “encubrimiento por favorecimiento personal agravado” y posible “impedimento o estorbo del acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

 

El fiscal solicitó también a Rafecas unas 50 medidas de prueba, que incluyen allanamientos, exámenes de telecomunicaciones y declaraciones testimoniales, para avanzar en la acusación contra Fernández, según informó hoy el diario Clarín.

 

El juez canceló anticipadamente sus vacaciones y se reincorporará en su puesto el próximo miércoles 18, el primer día hábil de la próxima semana.

 

Ese día, cuando se cumple un mes de la muerte de Nisman, está prevista una marcha multitudinaria en homenaje al procurador fallecido en la que han anunciado su presencia los principales líderes opositores, representantes de la comunidad judía, empresarios y sectores de la Iglesia católica.

 

Alberto Nisman, fiscal especial de la causa sobre el atentado contra la mutual judía AMIA que dejó 85 muertos en 1994, murió de un disparo en la cabeza en su domicilio, en la víspera de comparecer en el Congreso para detallar su denuncia contra Fernández por presuntamente encubrir a los iraníes sospechosos de planificar el ataque terrorista.