WASHINGTON. La agencia de espionaje electrónico británica, en cooperación con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, se infiltró en las redes de una compañía holandesa para robar códigos que les permiten a ambos gobiernos escuchar conversaciones en teléfonos celulares en todo el mundo sin ser detectados, de acuerdo con documentos revelados el jueves.
Los documentos fueron proveídos por The Intercept, el sitio web de Edward Snowden, el ex administrador de sistemas de la NSA.
La publicación sobre los documentos en The Intercept no acusa a las agencias de inteligencia de hacer mal uso de su capacidad para espiar las conversaciones. Pero la operación encubierta en contra del mayor fabricante a nivel mundial de chips de datos para telefonía móvil generará con certeza una indignación mundial.
Esto aviva la impresión de que la NSA y su contraparte británica harán lo que consideren necesario para ampliar su capacidad de vigilancia y espionaje, incluso si eso significa robar información de compañías occidentales que se apegan a las leyes. DM