MONROVIA, Liberia. La presidenta de Liberia ordenó este viernes levantar el toque de queda nocturno impuesto hace seis meses para combatir la epidemia de ébola y reabrir los cruces fronterizos.
Las nuevas órdenes de la presidenta Ellen Johnson Sirleaf, que entrarán en efecto el domingo, son otra muestra de que se está reactivando la vida normal en aquella nación del oeste de África mientras las autoridades trabajan para erradicar la enfermedad por completo.
Alguna vez el centro del peor brote de ébola en la historia, Libera ha registrado más de 9 mil casos confirmados, sospechosos o probables, y 3 mil 900 muertes a causa de la enfermedad. Sin embargo, la más reciente actualización de la Organización Mundial de la Salud reportó apenas dos casos la semana pasada, y las escuelas reiniciaron actividades esta semana.
El comunicado de este viernes señaló que Sirleaf tomó su decisión sobre el toque de queda y las fronteras “por recomendación del Consejo de Seguridad Nacional de Liberia“.
El toque de queda fue impuesto en agosto, cuando la epidemia estaba en un punto crítico. Originalmente era de 9 p.m. a 6 a.m., aunque luego las autoridades recorrieron la hora de inicio a la media noche.
El comunicado informa que Sirleaf ha ordenado que “las principales fronteras del país” sean abiertas. Eso incluye pasos fronterizos con Sierra Leona y Guinea, pero no quedó esclarecido de inmediato si la frontera con Costa de Marfil será accesible, luego de que esa nación cerrara sus fronteras en agosto.
Sierra Leona registró 74 nuevos casos en la más reciente actualización de la OMS, y la tasa de transmisión sigue siendo alta en ese país, mientras que Guinea registró 52 casos.
En tanto, Sirleaf se prepara para visitar la Casa Blanca la próxima semana. En un comunicado, la Casa Blanca dijo que el presidente Barack Obama y Sirleaf discutirán la actual respuesta al ébola y los planes de recuperación económica en la región durante su encuentro del 27 de febrero.
Estados Unidos se prepara a retirar la mayor parte de sus 3 mil tropas enviadas el año pasado a países del occidente de África para ayudar a combatir la epidemia.