RÍO DE JANEIRO.  El escándalo de corrupción en la petrolera brasileña Petrobras, en el que estarían involucradas unas 10 empresas constructoras, podría afectar el curso de las obras para los Juegos Olímpicos 2016, como consecuencia de las acciones judiciales.

 

Un reportaje publicado este viernes por el diario brasileño Globo reveló que siete empresas investigadas en el escándalo de Petrobras participan en 11 proyectos olímpicos, entre ellos la villa olímpica y la construcción del metro.

 

Expertos dijeron al diario que al formar parte de la investigación y estar sujetas a eventuales multas o sanciones que les impida licitar en concursos públicos, esas constructoras podrían tener problemas para completar los proyectos en los próximos 18 meses, en especial por dificultades para tener acceso a créditos.

 

Entre las empresas figuran constructoras como Odebrecht, OAS, Queiroz Galvão, Andrade Gutierrez, Camargo Corrêa, Mendes Júnior y Carioca, que participan en el 92 por ciento de los proyectos de construcción de las Olimpiadas, en contratos estimados en 10 mil millones de dólares.

 

A excepción de Odebrecht, el resto de constructoras son objeto de una investigación específica en el marco de la Operación Lava Jato, que indaga sobre el desvío de recursos de Petrobras a funcionarios y partidos políticos, y podrían ser sancionadas con cinco años sin poder firmar contratos públicos.

 

La Operación Lava Jato (Operación Limpieza, en portugués), que investiga el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, podría haber provocado el desvío de cientos o incluso miles de millones de dólares desde la estatal Petrobras.

 

Esos recurso habrían sido destinados a funcionarios, políticos y formaciones como el propio Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff, por medio de sobrefacturación de contratos de suministro.

 

GH