La Secretaría de Salud anunció la instalación de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental en el Municipio de Ures, Sonora, con la finalidad de que se continúe con los trabajos de monitoreo de las personas afectadas por el derrame, así como de las fuentes de agua de abastecimiento para la población.

 

La unidad, integrada por médicos generales, epidemiólogos, enfermeros, psicólogos y trabajadoras sociales, realiza actividades de identificación de casos, seguimiento de atención a la salud y toma de muestras de agua para consumo humano de manera continua, para evitar riesgos a la salud de la población que habita en la región afectada.

 

Asimismo, cuenta con un presupuesto inicial aportado por el fideicomiso del Río Sonora de 23.6 millones de pesos, dio a conocer la Secretaría de Salud.

 

Resaltó que el proyecto ejecutivo para la construcción de la primera Unidad de Vigilancia Epidemiológica Ambiental permanente en el país se someterá a la autorización del Comité Técnico del fideicomiso del Río Sonora e iniciará su construcción en el segundo semestre de 2015 para operar durante los siguientes 15 años.

 

En rueda de prensa, la Comisionada de Evidencia y Manejo de Riesgos de la Cofepris, Rocío Alatorre, informó que a la fecha las brigadas han revisado la salud de casi 10 mil 875 habitantes del Río Sonora, de los cuales 270, es decir, el 2.5 por ciento de la población, ha presentado algún tipo de afectación en su salud sin que hayan ameritado hospitalización o provocado muertes.

 

Cabe mencionar que durante la fase aguda de atención de agosto a septiembre de 2014, se registraron 37 afectados y a partir de octubre de 2014, se inició la búsqueda intencionada de pacientes encontrándose a la fecha 233 casos más cuya afectación ocurrió, en la mayoría de ellos, durante las primeras tres semanas posteriores al derrame, ya que se trata de gente que no acudió a algún centro de atención médica.

 

Las afecciones más frecuentemente reportadas fueron dermatológicas (85 por ciento) con un total de 212, seguidas de afecciones en los aparatos digestivo y oftalmológico. Los síntomas han sido comezón en la piel, resequedad, lagrimeo y conjuntivitis.

 

Actualmente, se sigue monitoreando, brindando atención médica integral y vigilando la salud de la gente del río para detectar afectaciones por exposición a contaminantes, señaló.

 

En cuanto a la calidad del agua de los pozos de la región, la Secretaría de Salud informó que a la fecha cuenta con el análisis y el resultado de más de 250 muestras que demuestran que su calidad es apta para uso y consumo humano.

 

Ello, al encontrarse todos los valores dentro de los parámetros establecidos en la NOM-127 y la Unidad de Vigilanicia Epidemiológica y Ambiental continuará con el monitoreo permanente de los pozos y la red pública de abastecimiento bajo la directriz de la Secretaría de Salud.  DM