MOSCÚ. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha reconocido que ordenó la anexión de Crimea horas después de que el Parlamento ucraniano depusiera de su cargo a Víktor Yanukóvich, una semana antes de que las autoridades regionales de la península se rebelaran contra Kiev y convocaran el referéndum independentista.

 

La televisión estatal rusa “Rossia” adelantó algunas escenas de un documental que se emitirá en los próximos días y en el que el jefe del Kremlin contará los detalles de la anexión de Crimea y de la operación especial para sacar a Yanukóvich de Donetsk, su ciudad natal adonde huyó de Kiev en la madrugada del 22 de febrero del año pasado.

 

“Habíamos colocado metralletas de gran calibre para no tener que hablar. Estábamos preparados para sacarlo del mismo Donetsk, por tierra, mar y aire. En la noche del 22 al 23 de febrero, cuando acabamos cerca de las 7 de la mañana, dije a los colegas que debemos empezar a trabajar en recuperar Crimea para Rusia”, reconoció Putin.

 

Aunque Putin ya había reconocido la participación de las tropas rusas en la anexión de Crimea, siempre había asegurado que esa intervención fue puesta en marcha para garantizar la celebración del referéndum sobre la reunificación convocado por las autoridades prorrusas de la península el 1 de marzo.

 

“Realmente hemos usado nuestras Fuerzas Armadas, pero solo para dar a la gente que vive en este territorio la posibilidad de expresar su opinión sobre su futuro”, dijo Putin en la ciudad crimea de Yalta en agosto del año pasado.

 

Condecoración a incómodo diputado

 

El presidente ruso condecoró con la medalla “Por los servicios a la Patria” al diputado Andrei Lugovói, principal sospechoso del envenenamiento con polonio del ex espía ruso Alexander Litvinenko.

 

A Lugovói, también ex agente secreto y convertido después en diputado y vicepresidente del comité de Seguridad y Anticorrupción de la Duma (Cámara baja), se le reconoce su “gran contribución al desarrollo del parlamentarismo ruso y su actividad legisladora”, según el decreto de Putin difundido por el Kremlin.

 

Litvinenko, conocido por sus feroces críticas hacia Putin, vivía refugiado en la capital británica, y falleció el 23 de noviembre de 2006 en el hospital University College de Londres envenenado por polonio 210.