CARACAS. La Asamblea Nacional otorgó poderes especiales al presidente Nicolás Maduro para legislar en diferentes áreas y garantizar la defensa del país, lo que generó inquietud entre opositores y analistas sobre un posible incremento de los controles del Estado y que la crisis diplomática con Estados Unidos se lleve a una militarización.

 

Algunos opositores rechazaron las acciones del mandatario alegando que lo que busca es crear una cortina de humo para desviar la atención de la severa crisis económica y cohesionar a sus seguidores de cara a las elecciones parlamentarias de este año en las que el oficialismo no figura como favorito debido a la pérdida de popularidad que ha sufrido Maduro en los últimos meses.

 

Rocío San Miguel, directora de la organización no gubernamental local Control Ciudadano -que se dedica a temas de seguridad- dijo a la agencia AP que no se requiere de una ley habilitante para garantizar la seguridad del país debido a que hay varias normativas vigentes sobre esa materia.

 

La activista manifestó preocupación porque se esté “militarizando el conflicto con Estados Unidos”, que hasta ahora se ha centrado en acciones de tipo diplomático y administrativo.

 

“Esta nueva ley llamada antiimperialista no es otra cosa que la intención de Nicolás Maduro de volver a tener todo el poder en sus manos y eso es un grave riesgo para los venezolanos comunes”, afirmó el secretario general nacional del partido opositor Primero Justicia, el diputado Tomás Guanipa, en una entrevista con el canal privado Venevisión.

 

Las nuevas fricciones entre Washington y Caracas han alejado la posibilidad de una normalización de las relaciones entre los gobiernos, que están sin embajador desde 2010.

 

Pese a las tensiones ambos países mantienen un intenso intercambio comercial.

 

Las fricciones diplomáticas ocurren en medio de la compleja crisis económica que enfrenta Venezuela por una galopante inflación, que cerró el año pasado en 68,5%; severos problemas de abastecimiento de algunos productos básicos y una recesión que analistas estiman que se agravará este año por la caída de los precios del petróleo, la principal fuente de ingresos del país.