ESTRASBURGO. El Consejo de Europa le hizo saber el día de ayer a Hungría que su ley de medios viola el derecho a la libertad de prensa amparado por el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
El secretario general de esa organización, Thorbjørn Jagland, viajó hasta Budapest para entregarle un informe con esas conclusiones al primer ministro, Viktor Orban, y reunirse con el viceprimer ministro y ministro de Administración Pública y Justicia, Tibor Navracsics, y el titular de Exteriores, János Martonyi.
Ese texto, asegura que el Consejo de Medios que debe controlar el cumplimiento de la ley, que entró en vigor en enero de 2011, “no es transparente y no va lo suficientemente lejos para preservar su independencia”.
Añade que los nombramientos para ese Consejo “son políticos y no responden a criterios profesionales”, y califica de “extremadamente severas” las sanciones que dicho ente puede imponer, sobre las que se recordó que deben ser proporcionales a la importancia de la infracción.
Los expertos del Consejo de Europa creen además que el órgano supervisor de la ley puede hacer un uso “muy subjetivo” de la obligatoriedad de que las informaciones de carácter público sean “objetivas” y “equilibradas”.
Y recuerda que el convenio protege las opiniones que puedan “ofender, atacar o perturbar al Estado o a algún sector de la población”.
En cuanto al sistema de regulación de los medios, el informe entiende que es “demasiado intervencionista y poco pertinente”, así como que, según los estándares europeos, debería reducirse a la “estrictamente necesaria y mínima intervención”.
La protección de las fuentes de los periodistas también queda en entredicho en ese documento, en el que el Consejo no se muestra convencido de que sólo se protejan las fuentes de las informaciones de “interés público” y estima que ese concepto se revela “demasiado amplio”. (EFE)