LIMA. Un nuevo escándalo político con espías sacude a la región. El primero fue el de Argentina, cuyas aristas laberínticas alcanzan a la sospechosa muerte del fiscal Alberto Nisman, debido a los vínculos que tenía para sus investigaciones con el área de inteligencia. Ahora, el turno le tocó a Perú: al igual que en la gestión kirchnerista, el presidente Ollanta Humala tuvo que desplazar toda su cúpula de espionaje.
Humala destituyó al director ejecutivo de la suspendida Dirección Nacional de Inteligencia (Dini), Iván Kamisaki, y aceptó la renuncia de su director nacional de Inteligencia, Javier Briceño, tras la denuncia periodística de un presunto acopio de información sobre personajes públicos.
Dos resoluciones supremas de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) publicadas en el diario oficial El Peruano formalizaron el anuncio realizado el viernes en el Congreso por la primera ministra, Ana Jara, de relevar a la plana mayor del órgano gubernamental de inteligencia.
La primera resolución da por concluida la designación de Iván Kamisaki como máximo responsable del órgano gubernamental de inteligencia, tras ostentar el cargo desde 2012.
En el caso de la segunda, el gobierno peruano aceptó el cese de Briceño, ya que se encontraba dentro de los tres cargos anunciados por el Ejecutivo para ser destituidos.
La primera ministra de Perú compareció el jueves durante ocho horas en el Congreso para ofrecer explicaciones sobre una presunta recopilación de información por parte de la Dini de políticos, periodistas y otras personalidades públicas, según denunció la revista Correo Semanal en un reportaje publicado ese mismo día.
El reportaje aseguraba que la Dini, dependiente de la PCM, rastreó la información almacenada en la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp) sobre propiedades, reportes crediticios y antecedentes judiciales de alrededor de un millar de ciudadanos, entre los que figuran ministros, congresistas, empresarios y periodistas.
Entre las personas rastreadas figuran el ex presidente (2001-2006) Alejandro Toledo, el actual ministro de Defensa, Pedro Cateriano; la propia presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara; y el ministro del Interior, Jose Luis Pérez Guadalupe, según la publicación.
La Dini se encuentra actualmente fuera de funcionamiento desde el 1 de marzo por decreto supremo del presidente Humala, quien ordenó desactivarla durante 180 días para someterla a una reestructuración por las denuncias de espionaje y seguimiento a políticos y personajes opositores a la política del gobierno.
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