BARCELONA. Luis Suárez marcó el gol decisivo para el Barcelona y Claudio Bravo salvó la victoria del equipo azulgrana 2-1 sobre el Real Madrid, que deja a los catalanes con vía libre para conquistar el título de la liga española.

 

En un trepidante partido en feudo azulgrana y mediante una diana de Cristiano Ronaldo a los 31 minutos, el Madrid logró nivelar transitoriamente el tanto del local Jeremy Mathieu  los 19. Pero los merengues fueron incapaces de volver a batir a Bravo en sus siguientes y numerosos arribos para finalmente caer víctima de la octava diana de Suárez al 56.

 

En un clásico marcado por el ilimitado potencial de los respectivos tridentes atacantes, el juego se entregó a los arrebatos propios del futbol en su versión más juvenil, silvestre y tácticamente irreverente.

 

El Barça reflejó el carácter desafiante e improvisador de Luis Enrique, tan tenso como atropellado, siempre voluntarioso a la hora de buscar el área visitante. Así, Andrés Iniesta apenas tardó un minuto en disparar al arco de Iker Casillas y Messi anunció su presencia poco después con su primera sotana, dejando en evidencia a Toni Kroos.

 

Cristiano, abucheado como siempre, se ofreció como nunca retando en velocidad a Dani Alves y acudiendo luego rematar la primera delicia de Benzema, pero estrelló su acrobática volea en el travesaño.

 

Observador camuflado, Messi apareció de pronto para ejecutar un tiro libre que supuso el primer gol culé con un cabezazo de Mathieu desde el corazón del área, infiltrado entre Ramos y Carvajal. Pero el Madrid no tardó mucho en reaccionar. El golpe lo dirigió a la contra Cristiano con el exterior del pie derecho. El argentino Javier Mascherano llegó tarde,  fue un espectador del tacón perfecto de Benzema al espacio previamente creado. Después, la solución del portugués.

 

El equipo blanco tuvo varias oportunidades de anotar, forzando la reacción del portero rival una y otra vez, incluido un gol anulado a Bale por fuera de lugar de Cristiano.

 

En la reanudación, el partido mantuvo el mismo tono y un Bravo firme ante nuevo latigazo de Benzema en combinación con Cristiano. La atajada posibilitó que los catalanes se pusieran de nuevo en ventaja gracias al tesón de Suárez, incansable en sus desmarques, y la visión de Alves, quien soltó un pelotazo bien ganado por el uruguayo, instintivo definidor en el cruce sobre Casillas.

 

Con el público crecido y el Madrid resquemado, el choque se trabó en un mar de faltas, protestas y tarjetas del que emergió la versión más bulliciosa de Neymar, cegado ante el arco por el vértigo de una eléctrica escapada en la que después de llevarse medio equipo rival no acertó a pasar y dejó ir el tercero.