Desde este año opera en su fase piloto la migración de la cartilla de vacunación del formato de papel al virtual, equipada con un chip y conectada con todas las instituciones y clínicas. El programa, que impulsa la Secretaría de Salud, busca que cuando menos 500 mil niños queden inscritos para diciembre en este sistema de archivo digital que se almacenará en la “nube”.
Actualmente los esquemas de vacunación para 3 mil 657 bebés recién nacidos de Colima y Toluca están monitoreados por un sistema de cartilla electrónica que comenzará a expandirse a otras instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Servicios de Seguridad Social para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Se espera que para diciembre sean incorporados más de 500 mil bebés y niños, y para el término del sexenio la migración se haya completado, explicó Miguel Betancourt Cravioto, director de Soluciones Globales del Instituto de Salud de la Fundación Carlos Slim en el marco del 65 aniversario de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica.
El sistema, promovido por la Fundación Carlos Slim de manera conjunta con la Secretaría de Salud, equipa al personal de primer contacto de la SS con una tableta electrónica precargada con la aplicación Cartilla Electrónica de Vacunación y un paquete de chips que se adhieren a las cartillas de cartón que guardan toda la información.
Los datos recolectados son almacenados en el chip y en un archivo en línea especialmente desarrollado para la Secretaría de Salud, de manera que el médico familiar esté enterado del esquema de vacunación del paciente y las información también quede registrada en el expediente clínico disponible para todo el sistema.
Las cartillas se han repartido en visitas domiciliarias en Colima, Colima, y Toluca, Estado de México, donde ya se aplica el programa; para abril, se expandirá a otros municipios de ambas entidades.
Expediente gineco-obstétrico virtual
Otra de las iniciativas que se impulsa es Amanece, una aplicación que funciona con y sin conexión a Internet y permite a trabajadores comunitarios o empleados de primer contacto del sector salud en comunidades rurales monitorear a las mujeres embarazadas para detectar situaciones de riesgo y prevenir la muerte.
De manera automatizada, la aplicación permite evaluar el riesgo midiendo la presión arterial o la fiebre; una vez ingresada esta información en la aplicación, el sistema arroja un semáforo: verde, para embarazadas que presentan síntomas normales; amarillo para las que necesitan ser monitoreadas constantemente; y rojo para aquellas que están en riesgo de perder a vida.