El 94 % de las empleadoras mexicanas se niegan a firmar o dar prestaciones laborales a trabajadoras domésticas, a pesar considerarlas como “la alegría del hogar”.
De acuerdo a la encuesta, Percepciones sobre el Trabajo Doméstico que elaboró el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), revela que más del 83% de las empleadoras o jefas del hogar está de acuerdo en algún grado en que la trabajadora doméstica que contrataron les facilita la vida, representa la alegría de su hogar, la consideran una necesidad y que debería tener los mismos derechos de cualquier otro trabajador.
Sin embargo, el 94% no ha firmado un contrato laboral con ellas y, en caso de ser obligatorio, más de la tercera parte acepta que no lo haría o no sabe si lo aceptaría.
El estudio también revela que nueve de cada 10 mujeres que vivieron violencia, discriminación y racismo en sus centros de trabajo no la reportaron ni denunciaron.
La mayoría de las trabajadoras domésticas son de origen indígena, principalmente de los estados de Chiapas, San Luis Potosí, Veracruz y Puebla, con un grado bajo de escolaridad (regularmente la secundaria) y que se dedican a este oficio porque es fácil encontrar empleo y por la falta de requisitos exigibles por parte de los empleadores.
La encuesta, aplicada en octubre de 2014, fue mediante un cuestionario a dos mil 483 mujeres, la mitad en su rol de empleadoras y la otra mitad en su rol de trabajadoras del hogar para conocer la percepción sobre el trabajo del hogar.
Datos
35 años
Es la edad promedio de las trabajadoras domésticas mexicanas
1 de cada 3
Tiene menos de 25 años y en zonas urbanas, 5% de ellas tiene entre 12 y 17 años de edad
Cuando empezaron a trabajar, 21% no tenían edad legal para hacerlo
3.6 a 4 años
Es el tiempo –en promedio- que tienen trabajando en una misma casa; 25% de las trabajadoras tiene más de 10 años con la misma familia
En 43% de los casos, el trabajo doméstico es una “herencia” pues madres, hermanas u otras familiares se dedicaban a él
81%
De las trabajadoras domésticas se dedica a ese empleo por necesidad y factores de pobreza, como bajos niveles educativos y falta de oportunidades
43% de ellas no terminó la secundaria y sólo 8% continúa estudiando. A diferencia de las empleadoras, entre quienes más de la mitad concluyó su carrera profesional o el bachillerato
6 de cada 10
Considera que sus labores son fáciles y que no es complicado encontrar empleo
25%
De las mujeres que se dedican al hogar son indígenas