El Papa Benedicto XVI rompió sorpresivamente el protocolo previo a su encuentro con el presidente Felipe Calderón Hinojosa y se acercó a saludar a un numeroso grupo de fieles, entre ellos líderes indígenas, quienes lo esperaban a las afueras del Colegio Miraflores de esta ciudad.

 

Poco después de las 17:10 horas, el pontífice salió por la puerta principal del colegio y en lugar de subir directamente a su automóvil, se acercó hasta las vallas ubicadas a unos metros de distancia.

 

Entonces comenzó a saludar a los allí congregados, intercambiando algunas palabras y saludos rápidos mientras a su alrededor se multiplicaron las cámaras fotográficas que captaron postales para el recuerdo.

 

El Papa Benedicto XVI y el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, iniciaron un encuentro privado en la Casa del Conde Rul de Guanajuato, sede de la representación del gobierno de ese estado.

 

El mandatario mexicano y su esposa Margarita Zavala recibieron al pontífice en el portón trasero del edificio luego de su recorrido por varias calles de la ciudad a bordo del Papamóvil, desde el cual saludó a miles de personas congregadas a lo largo del trayecto.

 

Al salir del Colegio Miraflores escuchó la música de un grupo musical conformado por mujeres jóvenes quienes, enfundadas en trajes típicos, entonaron por igual canciones populares y religiosas.

 

“Chiquiti bun alabinbomban, Chiquiti bun alabinbomban, alabio, alabao, el Papa, el Papa, ra ra ra”, cantaron a coro las niñas, mientras cientos de fieles agitaban banderas del Estado Vaticano desde las vallas.

 

Cuando el pontífice salió por la puerta del Colegio los presentes estallaron en aplausos, gritos y porras de alegría. Tras acercarse a la gente abordó el coche cerrado que lo trasladará a Guanajuato. Notimex